Domina la exportación hacia EE.UU.
Cifras de Comercio Exterior evidencian que el grueso de lo que se envía desde la Isla está en manos de las multinacionales
En momentos en que se habla de sustituir importaciones como uno de los remedios para salir de la crisis económica que aqueja a Puerto Rico y se subraya la necesidad de aumentar las exportaciones realizadas por empresas locales, la Isla parece estar tomando un rumbo diferente.
Esto, a juzgar por las cifras del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), que reflejan que las importaciones, lejos de sustituirse, siguen incrementando. Mientras, en el renglón de las exportaciones queda demostrado la alta dependencia que existe de los envíos que llegan a los Estados Unidos, en gran parte excluyendo del intercambio internacional a los comerciantes nativos de Puerto Rico.
Según el informe más reciente de Comercio Exterior preparado por el BGF, las exportaciones de Puerto Rico aumentaron el pasado diciembre, luego de haber disminuido por tres meses consecutivos. Durante ese mes, el valor monetario del total de exportaciones fue de $6,482 millones, un incremento de 31.8% con respecto a diciembre de 2015. Este aumento fue lo suficientemente sustancial para que se registrara un crecimiento en las exportaciones durante el 2016, ya que hasta noviembre se vislumbraba que estas disminuirían en comparación con el 2015.
Al final del año 2016, las exportaciones totalizaron $72,362 millones, un aumento de 2.1% con respecto al año anterior.
Por otro lado, en diciembre del 2016, por quinto mes consecutivo el renglón de importaciones experimentó un crecimiento. Durante ese mes, Puerto Rico importó un total de $3,652 millones, lo que representó un aumento de 27.5% en comparación con el mismo mes en el año anterior. Igualmente, las importaciones aumentaron por 8.8% en el 2016, presentando un total de $46,008 millones para el año.
MÁS DEPENDENCIA Y MENOS PRODUCCIÓN. El incremento de bienes importados al País refleja una dependencia mayor de la producción realizada fuera de la Isla. Esto, junto con el descenso poblacional y la reducción del producto nacional, apunta a que los puertorriqueños están produciendo menos de lo que consumen.
A pesar de que hubo un aumento en las importaciones en 2016, la cantidad de exportaciones continuó siendo mayor, por lo que la balanza comercial presentó cifras positivas.
En el 2016 la balanza comercial totalizó $26,355 millones, mientras que en el 2015 el superávit fue de $28,558 millones.
LUPA A LAS CIFRAS. Es meritorio subrayar que, aunque las exportaciones de Puerto Rico siguen en ascenso, más del 80% y 77% de los bienes exportados en diciembre y el 2016, respectivamente, fueron destinados a Estados Unidos. Es decir, $5,223 de los $6,482 millones en bienes fabricados en la Isla durante el mes de diciembre y, $56,136 de los $72,362 millones en el 2016, tomaron rumbo hacia la nación norteamericana. Gran parte de esa actividad de exportación responde a empresas multinacionales y farmacéuticas, y no a empresas de capital local. Además, unos $377 millones fueron exportados a las Islas Vírgenes durante el 2016.
Si se elimina de la ecuación el intercambio comercial que existe con Estados Unidos y sus territorios, Puerto Rico hubiese tenido un déficit comercial de aproximadamente $516 millones en el mes de diciembre, y de $4,871 millones en el 2016.
En otras palabras, Puerto Rico hubiese importado un valor total de $1,755 y $20,720 millones en bienes provenientes de países extranjeros mientras que exportaba apenas $1,239 y $15,849 millones en el mes de diciembre y el 2016, respectivamente.
Por ende, se puede inferir que el superávit comercial que experimenta la Isla depende grandemente en los productos exportados a Estados Unidos.
MULTINACIONALES DOMINAN LA EXPORTACIÓN. Adicional, hay que tener en cuenta que la inmensa mayoría de las exportaciones “boricuas” son realizadas por las grandes empresas y no por los pequeños comerciantes nativos del País. Por ejemplo, las compañías farmacéuticas radicadas y con sede en EE.UU. que operan en la Isla son responsables de gran parte de los productos exportados. En el caso de estas, fabrican medicamentos localmente, y luego los envían a EE.UU. para su terminación y distribución. Así generan grandes ganancias que mayormente se reparten y se invierten fuera de Puerto Rico.
Además, estos productos suelen regresar al País para ser vendidos por otras empresas norteamericanas que de igual manera se llevan las ganancias a su nación de origen.
Al igual que las farmacéuticas, existen decenas de empresas en diferentes industrias que operan en el País y manejan sus ingresos de manera similar, lo que constituye un escape de riquezas. Por ende, una cuantiosa cantidad de dinero que, según las estadísticas de exportación, se supone pertenezca a los puertorriqueños acaba en manos extranjeras y se invierte principalmente en el exterior.
ALTERNATIVAS PARA EL CAPITAL LOCAL. Los pequeños comerciantes boricuas podrían beneficiarse grandemente de la producción de las foráneas si se integraran a la cadena de valor, siendo partícipes de la elaboración de productos intermedios o finales, lo que significaría un impulso a la economía local a través de la creación de empleos y mayor participación de compañías nativas.
Además de ser partícipes en el proceso de fabricación de productos que serán exportados por empresas extranjeras, las locales se beneficiarían a través de la adquisición de conocimiento y adaptación de los procesos de producción local para luego convertirse en compañías exportadoras que inviertan en capital puertorriqueño. De esta manera las exportaciones realizadas por las foráneas instaladas en Puerto Rico servirían de motor para reactivar nuestra economía, ya que actualmente la mayoría de los comercios no participa en las cadenas globales de valor.
Cabe señalar que una industria puertorriqueña que actualmente está en crecimiento y genera altos niveles de exportación local es el turismo. Por ejemplo, las ganancias obtenidas por un hotel que ofrece alojamiento, servicios y comida a un individuo proveniente del extranjero tiene el mismo efecto económico que las ganancias generadas por una empresa que fabrica máquinas y las vende en el exterior. Al final de cuentas, ambas transacciones introdujeron dinero nuevo que circula en la economía local. Por esto, es necesario desarrollar y fomentar el sector turístico que tanta riqueza trae al territorio puertorriqueño.
Por último, es necesario destacar el rol tan crucial que juegan el comercio internacional y, especialmente, las exportaciones en las economías de este mundo altamente globalizado, y más aún, en países o territorios con pequeñas economías, como lo es la nuestra. Por ello hay que tener presente que una mayor cantidad de exportaciones aumentaría la creación de empleos, impulsaría el nivel de crecimiento económico y fortalecería la balanza de pagos. Por estas razones es necesario para Puerto Rico que se establezca un ambiente en el que las empresas locales se integren y sean partícipes de esa cadena de distribución global, agregando así valor a más productos que se fabriquen localmente y generando ganancias que se distribuyan entre residentes puertorriqueños para el beneficio de todos los que habitamos la Isla.