Dinámico paisaje cultural en Santiago
El área metropolitana de la ciudad alberga un panorama artístico vigoroso que rebosa de energía.
Hasta hace poco, la capital de Chile ha estado en su mayor parte fuera del radar de los que visitan Sudamérica; su innovador paisaje culinario ha sido eclipsado por el de Lima, y sus centros de arte han sido considerados menos vanguardistas que los de Bogotá. Pero, Santiago es un destino que puede ser igual de bueno.
El área metropolitana de casi siete millones de habitantes alberga un paisaje cultural dinámico que rebosa de energía. Chefs de talla mundial están forjando una nueva cocina chilena; vecindarios como el Barrio Italia están llenos de tiendas nuevas de diseño progresista, e incluso en una tarde tranquila dominical las calles están atestadas de ciclistas que pasan levantando la rueda del frente y de patinadores que intentan superarse entre ellos. Extendido frente a los Andes, que siempre están a la vista, Santiago merece una primera o segunda mirada.
VIERNES 2:00 P.M. CAZUELAS Y CAFÉ
Recorrer los atestados pasillos angostos de La Vega Central, el mercado más grande y extendido de la ciudad, causa una sobrecarga sensorial, con puestos de frutas y verduras, atendidos por vendedores que ofrecen estridentemente sus productos. Encontrarás papas color rosa y aguacates que pueden comerse con todo y piel, así como pues- tos que sirven empanadas rellenas de queso directamente sacadas del horno, especias y montones de frutas secas. Hay un grupo de pequeños restaurantes en el adyacente Vega Chica, y muchos de ellos sirven comida chilena y peruana, incluyendo abundantes cazuelas (guisos que normalmente rebosan de pollo, maíz, zanahorias y papas) ideales para un día frío. Desvíate hacia la salida por la calle Dávila Baeza para tomarte algo en Café Altura, un puesto móvil popular que tuesta y vende un café que es de los mejores de la ciudad (cierra a las 4:00 p.m.).
5:00 P.M. DOS POR UNO
En el exuberante Parque Forestal se ubican dos museos (de entrada gratuita) que comparten el mismo edificio: uno digno de visitarse aunque solo sea por su arquitectura neoclásica y techo con domo de vidrio. La colección del Museo Nacional de Bellas Artes es fuerte en pintores chilenos como Luis Vargas Rosas y Roberto Matta, mientras que las exhibiciones siempre cambiantes del Museo de Arte Contemporáneo son de artistas que trabajan por todo Latinoamérica. Asegúrate de bajar al “zócalo” del sótano para ver las exhibiciones del cavernoso espacio que dejan pensando. 7:00 P.M. CARIÑENA Y CARMÉNÈRE
Bocanáriz, un bien establecido bar de vinos que sirve cientos de etiquetas chilenas, se encuentra sobre la moderna calle José Victorino Lastarria, donde ha abierto más de una decena durante los últimos años. Los paquetes de degustación de tres copas (entre 4,200 y 20,800 pesos chilenos o entre $6.40 y $ 31.70) están clasificados en categorías como “costeros” y “biodinámicos”, y puedes optar por probar cualquiera de las 36 cosechas diferentes. Este es el lugar ideal para aprender a distinguir entre los tipos de vino cariñena y carménère, y para probar algunos de los prometedores sauvignon
blancs de Chile. Del otro lado de la calle está el cine El Biógrafo, que pasaba películas contra la dictadura durante el régimen de Augusto Pinochet.
8:30 P.M. CENA Y TRAGOS
Llama antes para reservar una de las pocas mesas del Restaurante 040, timoneado por el chef español Sergio Barroso, quien estuvo un tiempo en El Bullí antes de mudarse a Chile. Barroso toma lo mejor de los ingredientes chilenos, erizo de mar, ostras, flores comestibles, y los presenta en formas originales, como los ravioles de pescado ahumado envueltos en delgadas tiras hiladas de aguacate. La cena para dos cuesta alrededor de 80,000 pesos ($ 124), con bebidas. Después, pide ver “el cuarto N° 9” (el hotel solo tiene ocho habitaciones), y te guiarán a través de una puerta falsa para entrar a un elevador que te llevará a la terraza de la azotea. Los cocteles artesanales del sitio, elaborados con ingredientes como canela, maracuyá y pisco chileno de primera, tal vez sean los mejores de la ciudad, y son una excelente excusa para quedarse hasta la madrugada con vistas a la ciudad.
11:00 A.M. BARRIO CHIC
El vecindario Barrio Italia se ha estado desarrollando rápidamente durante los últimos años, y ahora la zona principal (avenida Italia) está llena de restaurantes, tiendas de antigüedades y
boutiques de moda. Una caminata puede tardar horas si visitas cada uno de los muchos callejoncitos que salen de la avenida: cada uno tiene una mini colección de tiendas que venden una gama de productos, como artículos para el hogar con diseño progresista, zapatos de piel, joyería y libros hechos en Chile,
y casi todos tienen su propio restaurante o café, a menudo en un patio al aire libre. Aquí es en donde debes hacer tus compras en Santiago, con muchas pausas para recargarte con un café, un bocadillo o un pisco sour: prueba un americano con un plato de pan tostado con aguacate en el Café de la Candelaria, adornado con plantas.
1:00 P.M. CULTURA Y K-POP
Siendo un centro cultural que acapara la atención (con un exterior oxidado de alto diseño y un enorme pez dorado armado con tiras de madera que cuelga por encima de la terraza), el Centro Gabriela Mistral es un lugar para la creatividad, desde las exhibiciones de arte visual hasta los grupos de chicas adolescentes que practican pasos de baile K-pop frente a la entrada. Ve al piso inferior para ver lo que se está exhibiendo en el Museo de Arte Popular Americano, echa un ojo a los títulos de la librería o incluso compra una botella de vino de la vinoteca. Revisa el sitio web para enterarte de los eventos, que incluyen baile, música en vivo, muestras de fotografía y mucho más. Después, camina cinco minutos sobre la avenida Libertador General Bernardo O’Higgins (conocida como La Alameda) hasta la Fuente Alemana, un sitio que no ha cambiado en décadas, para probar uno de los mejores sándwiches en una ciudad donde los sándwiches son considerados parte esencial del día. Prueba el rumano; una sabrosa hamburguesa de carne de cerdo macerada con ajo sobre un suave pan blanco, y corónalo con aguacate (4,900 pesos o $ 7.60).
4:00 P.M. RECORDADOS
El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos cobija una conmovedora e informativa colección de vídeo, audio y otras reliquias de los largos años de la dictadura de Pinochet. Las baratijas hechas por prisioneros políticos, caballitos de mar tallados en hueso y unas fichas de dominó de papel, son particularmente mordaces. Hay imágenes del propio golpe de Estado (apoyado por Estados Unidos) de 1973, con tanques y bombas que tomaron como blanco a la sede del presidente, La Moneda, y derrocaron a Salvador Allende; y de filas de detenidos vendados, con las manos entrecruzadas detrás de la cabeza. Es sobria la profusión de documentos, carteles y pancartas que preguntan “¿Dónde están?”, en referencia a los desaparecidos. Hay guías de audio disponibles en inglés.
10:00 P.M. TRAGOS Y KITSCH
Sarita Colonia describe su comida, un híbrido asiático-peruano, como “travestí peruana”, pero el ambiente eléctrico y la peculiar decoración de este restaurante bar de varios pisos es lo que atrae a los fiesteros del área: confesionarios católicos y ventanas con vidrio entintado; paredes en tono rosa rabioso y candelabros pomposos; máscaras y letreros de neón en colores brillantes. La atmósfera es bulliciosa, y la clientela, que bebe cocteles como el Cristo de Loreto, una mezcla de Jack Daniel’s, jarabe de guayaba, jengibre y lima, siempre está en modo fiesta. Si la noche es cálida, intenta conseguir asiento en el patio de la azotea.
DOMINGO 11:00 A.M. ALMUERZO EN BELLAVISTA
Bellavista, un vecindario de moda, es una de las áreas más creativas los domingos, cuando muchos residentes prefieren quedarse en casa con su familia. No obstante, casi siempre hay fila para las mesas de la vereda en Galindo, un favorito del barrio desde mediados de la década de 1970, con el tipo de comida abundante y casera perfecta para un
brunch recuperador. Las órdenes aquí consisten en la sartén de hierro fundido con pastel de choclo, un pastel de maíz ligeramente dulce relleno con carne molida, huevos y pollo; un poco de costillas de cerdo ahumadas, y una crema de caramelo, con una botella de cerveza Quimera para bajárselo. El brunch para dos es de alrededor de 20,000 pesos ($ 31.00).
12:30 P.M. ESPACIO VERDE, AIRE FRESCO
Llamado el “pulmón verde” de Santiago, una ciudad notoriamente contaminada, el Parque Metropolitano es un lugar excelente para un poco de ejercicio después del brunch y una o dos horas de aire (más) limpio. Aunque el parque tiene amplias sendas para caminar y para andar en bicicleta, lo destacado para muchos es la estatua de 15 metros de altura de la Virgen María que corona el Cerro San Cristóbal, con vistas a la ciudad. Vas a tardar 40 minutos en llegar a la cima, o toma el funicular de 90 años de antigüedad ($ 4 el viaje de ida y vuelta los fines de semana), que atraviesa el verde cerro como ferrocarril de la vieja guardia. 2:00 P.M. FUENTE DE SODAS
Las Cabras toma como modelo la fuente de sodas clásica chilena, y la decoración, desde los cubículos hasta los conos de servilletas fácilmente destructibles, es perfecta, al igual que su atento servicio. Pero la comida es seria, con énfasis en buenos productos y carnes como la carne mechada tipo falda. Los platos tradicionales, como el aguacate cardenal relleno con ensalada de camarones, tienen el tipo de sabor que viene de una preparación lenta. Súmale un vaso de cerveza (artesanal) patagónica, como la lager Austral. Almuerzo para dos, alrededor de 17,000 pesos ($ 26). HOSPEDAJE
- Carménère Eco Hotel, justo al norte del Barrio Italia, un sitio de moda, tiene cinco habitaciones acogedoras y un jardín donde los huéspedes pueden desayunar en el verano (las habitaciones parten desde $ 150, desayuno incluido). También tiene una pequeña bodega para probar vinos chilenos orgánicos, y un servicio excepcionalmente amigable.
- Solo ocho habitaciones componen el Tinto Boutique Hotel, en Bellavista, uno de los vecindarios con mayor vida nocturna de la ciudad (dobles desde $ 129, desayuno incluido). El bar de la azotea, tipo taberna de la era de la prohibición en Estados Unidos, es uno de los más candentes de la ciudad, y solo está abierto para los huéspedes y los que comen en el restaurante. Para información sobre este destino, consulta a tu agente de viajes.