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La osteoporosis se conoce como una dolencia silenciosa que no manifiesta síntomas
La disminución de la densidad ósea es la principal característica de la osteoporosis. En los huesos de las personas con este mal “aumenta el número y el tamaño de las cavidades o celdillas y los huesos se hacen más frágiles, resisten peor los golpes y se rompen con mayor facilidad”, explica la Sociedad Española de Reumatología (SER).
Se conoce a la osteoporosis como una epidemia silenciosa, porque no manifiesta síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante, que hace que aparezcan las temidas fracturas. Esta enfermedad crónica afecta a aproximadamente una de cada tres mujeres y a uno de cada cinco hombres mayores de 50 años. Las fracturas osteoporóticas son una importante causa de dolor, discapacidad y pérdida de independencia en las personas de la tercera edad en todo el mundo.
La mejor prevención es “una vida saludable, dieta adecuada, ejercicio físico y evitar hábitos tóxicos”, dicen los especialistas de SER.
Una dieta óptima para reducir el riesgo de osteoporosis incluye una ingesta de calorías apropiada, así como de cantidades adecuadas de calcio y vitamina D.
Por ello, recomienda que los niños consuman 800 mg de calcio al día; los adultos, 1,000 mg y las mujeres durante el embarazo, la lactancia y la menopausia, 1,200 mg.
Los productos lácteos son una importante fuente de calcio. Pero también existen otros alimentos ricos en este mineral, como las sardinas en aceite, el tofu o los higos.
Investigadores de Estados Unidos descubrieron que, al suplementar a adultos mayores con Vitamina D y calcio, éstos eran un 9% menos propensos a morir en tres años que los usuarios no suplementados. Esto es atribuido a que estos nutrientes ayudan a prevenir la osteoporosis y así mismo, algunos estudios han demostrado que la combinación de los suplementos previene las caídas y fracturas en los adultos mayores.
La vitamina D participa en mantener las concentraciones plasmáticas de calcio en rangos normales y en la mineralización adecuada del hueso, ello en relación con varias hormonas como son la paratiroidea (PTH) y estrógenos, entre otras.
Es por ello que por ejemplo la leche, que aporta cantidades adecuadas de ambos elementos y que por sus componentes favorece también la absorción de ellos, es tan fundamental a la hora de mantener huesos y dientes sanos y fuertes.