Ruge el león en la selva de FIBA
No se pueden pasar por alto los rugidos de los Leones en la Liga de las Américas, liderados por el mar de talento que Carlos Arroyo conserva a los 37 años; la multitarea del escolta Víctor Liz, dominicano de abuelo materno nacido aquí y que seguirá con Ponce en el BSN; y el poderío atlético en la zona pintada de Hakim Warrick, con rostro parecido a Wes Correa y que en seis partidos promedió 19.8 puntos y 8.0 rebotes.
Con su entrada al Final Four, que tendrá luz en a Barquisimeto, Venezuela, el equipo dirigido sabiamente por Nelson Colón, encara a los Guaros de Lara, campeón defensor. Mientras, Fuerza Regia y Weber Bahía Blanca se enfrentan con paridad y entusiasmo con potencial campeonil, llamando la atención que los aztecas tienen de coach al español Paco Olmos, que vuelve con los Vaqueros, y de base estelar a Carlos Rivera, que podría medirse a sus Leones, siempre y cuando surjan victorias o fracasos de ambos teams.
Ciertamente, la afición ponceña respondió bastante en los partidos efectuados en el auditorio Pachín Vicens, con asistencia de 5,000 en la jornada dominical, a pesar de que esta competición aún no ha calado hondo en el pueblo puertorriqueño, siendo Arecibo el único otro club en haber competido y en todas sus ediciones, que comenzó en 2007, habiéndose coronado representantes de Brasil en cuatro ocasiones; y el argentino Peñarol como el único doble monarca, y el brasileño Alex García con un par de trofeos de MVP.
El ganador entre PON, GRO, FUE y WBA chocará luego con el vencedor de la Basketball Champions League de Europa, fundada en marzo de 2016 como contraparte de la Euroleague, de mayor calado y prestigio, que estuvo bajo la sombrilla de FIBA desde 1958, pero en el 2000 tomaron rumbos distintos, sin que el rector del basket mundial pudiera impedirlo por no haber registrado legalmente el nombre liguero.
De hecho, la Liga de las Américas, criatura de Alberto García, que a la sazón poseía el puesto de Secretario General de FIBA-América, reemplazó el Panamericano de Clubes, dándole posteriormente a DIRECTV la vitrina más potente de mercadeo.
No puedo concluir sin alabar la pasión renovada de Arroyo, que dejó atrás la escuela europea y se siente más cómodo con el estilo libre que es esponjoso en su patria.