Más personas buscan alivio en el cannabis medicinal
Algunos pacientes muestran preocupación por el alcance que pudiera tener la legislación que presentó el Ejecutivo para regular esa industria
María Tanco lleva dos décadas combatiendo incesantemente la fibromialgia y los efectos de los medicamentos que utiliza para intentar lidiar con los fuertes dolores que le provoca esa condición.
La mujer de 60 años asegura estar lista para un cambio en su tratamiento, y por eso llegó ayer hasta las instalaciones de Earth Gift, en el centro comercial Laguna Gardens, en Carolina, para completar su solicitud para que la certifiquen como paciente cualificada para el uso de cannabis medicinal.
El uso de la marihuana no le resulta ajeno del todo. Consumió la sustancia en una ocasión, hace alrededor de un año, cuando un vecino preocupado por su estado de salud le ofreció un poco confiado en que podría servirle de remedio para aplacar sus dolencias. No se equivocó.
“Me levanté de la cama. Se me quitó el dolor y la depresión”, manifestó Tanco a El Nuevo Día.
“(La fibromialgia) es una condición bien incapacitante, me da mucho dolor, mucha ansiedad. No está fácil”, enfatizó la mujer, vecina de Canóvanas.
Tanco fue una de las cerca de 90 personas que participaron ayer en la feria de salud dirigida a personas interesadas en el cannabis como terapia alternativa.
En el evento, los asistentes recibieron orientación sobre las propiedades de esta planta, el marco jurídico que viabilizó su uso médico y sometieron todos los documentos necesarios para que el Departamento de Salud (DS) pueda concederles la licencia que les daría acceso a este tratamiento.
Si la terapia con el cannabis le funciona ahora igual que aquella primera vez, Tanco aspiraría a dejar el resto de sus medicamentos y mantenerse exclusivamente con esta sustancia. NUEVA LEGISLACIÓN. Entre algunos asistentes en la actividad, reinaba ayer algo de incertidumbre respecto al alcance que pueda tener la legislación que presentó recientemente el gobernador Ricardo Rosselló Nevares para regular la industria del cannabis medicinal, y si pudiera limitar o restringir de alguna manera el acceso y los servicios que tendrían bajo la normativa vigente.
“Me preocupa que se restrinja, y estoy totalmente de acuerdo que se permita como tratamiento medicinal e, incluso, más allá, que lo permitan para uso recreacional. (Exhortaría al gobernador a) que haga todo lo posible por que se firme y se apruebe una legislación a favor del uso del cannabis medicinal, y más allá de eso si es posible, que se logre recreacional también”, indicó, por separado, Nydia Ortiz, también paciente de fibromialgia. Ortiz lleva 15 años padeciendo la enfermedad reumatológica causante dolor crónico, e igualmente le gustaría sustituir las medicinas que consume a diario con el cannabis, si resulta efectivo.
“Como persona me gustaría vivir, por lo menos, un día sin dolor. Al menos, si esto me alivia, como entiendo que es más natural que los medicamentos, pues lo prefiero”, sostuvo Ortiz.
A la mujer de 62 años no le preocupan las críticas o comentarios de quienes hoy todavía ven con recelo la llegada de esta industria a la Isla. “Esta es una decisión personal, solo consultada con mi hija. El dolor es mío”, puntualizó.