El Nuevo Día

El Plan Fiscal y el jardín hundido

- Aníbal Acevedo Vilá

El Gobernador Ricardo Rosselló necesitaba una victoria política a corto plazo. A las malas noticias constantes había que darle una vuelta con una demostraci­ón de liderato. Además, tenía que tratar de lograr posponer todas las decisiones negativas para después del plebiscito del 11 de junio. La Junta le dio esa victoria. El “pitcher” le juró al “catcher” que finalmente tiraría un strike y el “catcher” le dijo “ok, pero solo tienes un bateador más para demostrárm­elo”.

Fue una “victoria” con un costo altísimo para Rosselló y para el País. El plan aprobado es el de Rosselló. Él es el único dueño. La Junta lo dijo como 100 veces y Rosselló lo reafirmó en un “show of force” con todo su equipo ejecutivo y político. Poca gente sabe que el lugar escogido para dar su mensaje al país desde La Fortaleza se conoce como “El Jardín Hundido”.

Desde allí Rosselló aceptó ser el dueño del aumento y retasación a la contribuci­ón sobre la propiedad. Aceptó ser el dueño de todos los demás aumentos. Se convirtió en el padre adoptivo del recorte malsano de $450 millones a la UPR. Aceptó recortes mucho mayores a la reforma de salud de lo que le había dicho al País, sin explicar sus consecuenc­ias. Y aceptó lo que semanas antes había negado, un recorte de 10% en las pensiones de nuestros retirados. El lenguaje aprobado dispone que con el recorte a las pensiones nadie puede quedar por debajo del nivel de pobreza.

La inmensa mayoría de nuestros pensionado­s ya están bajo el nivel de pobreza o muy cerca de éste, y sus pensiones no se tocarán. Para cumplir con el plan, la mayoría de los pensionado­s, que son clase media, serán llevados al nivel de pobreza más un dólar. Eso es lo que se celebró ayer en el Jardín Hundido.

De ahora en adelante Rosselló es el dueño de sus números. La Junta no le cree sus números. La semana pasada el Gobernador dijo que el aumento en recaudos se basaba en la mejoría que ya se sentía en la economía, citando inclusive aumentos en la venta de cemento.

Irónicamen­te, el mismo día que se aprobó su plan, salieron los datos más recientes de empleo y de venta de cemento. El empleo registró la mayor caída en ocho meses, y las ventas de cemento bajaron en 2.3%.

Al ser dueño de sus números, Rosselló aceptó la jornada parcial y la eliminació­n del bono de Navidad. El plan fue enmendado para incluirlos. Para que no suceda, el Gobernador va a tener que demostrar que tiene el dinero guardado en la caja de Hacienda. El peso de la prueba ahora está en el gobierno. Según aprobado y aceptado, la Junta, “en su discreción exclusiva”, decide si suspende la jornada parcial y la eliminació­n del bono. En lenguaje de la calle, Rosselló aceptó la jornada parcial y la eliminació­n del bono, pero “quizás eso no pase”.

Y los legislador­es del Partido Nuevo Progresist­a (PNP) lo entregaron todo. No saben cómo va a ser el aumento en la contribuci­ón sobre la propiedad, el ajuste en las pensiones, y el efecto de los recortes que ellos tienen que legislar. Pero lo aceptaron a ciegas, por fe. Desde allí, desde el Jardín Hundido.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico