El común denominador de jueces y legisladores
En tiempos de crisis conocemos la naturaleza real de las personas. Cuando un barco amenaza con hundirse el noble y valiente busca cómo ayudar al mayor número de personas en necesidad. El mezquino y egoísta corre a salvarse él mismo, las posesiones que lleva consigo, y que el barco se hunda sin ellos.
Los puertorriqueños nos acercamos a una crisis económica por tener que pagar un dinero que, en su mayoría, no disfrutamos. Si los 70 mil millones de dólares que se dicen adeudar se hubiesen sido invertidos en el país seríamos un país con carreteras, servicios de salud y escuelas de primera, lo cual no es cierto, por lo tanto, la mayoría no fuimos partícipes de esa riqueza.
Ya anunciada la crisis, los presidentes de Cámara y Senado, los jueces, y los jubilados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) se han manifestado públicamente solicitando no ser afectados por la misma. Irónicamente los legisladores, los jueces, y los empleados y jubilados de la AEE disfrutan de sueldos y beneficios privilegiados, muy sobre el promedio del pueblo en general.
Tristemente, esta gente que disfrutó de la bonanza económica del país cuando había dinero espera que quien pague la deuda sean maestros, enfermeros, empleados de establecimientos de comida rápida y el pueblo, pero que sus privilegios no se toquen. A esta gente no les interesa el País, no abogan por justicia, no abogan por una auditoría de la deuda, ellos abogan por ellos mismos y sus privilegios.
Y el país, al igual que el barco, que se hunda sin ellos. Dr. Rafael Monserrate
San Juan