Tan cerca y tan lejos
SAN DIEGO, California.Cuando Adam Jones y Eric Hosmer jonronearon en la victoria del miércoles de Estados Unidos sobre Venezuela, me encontraba en las afueras del Petco Park en el corazón de San Diego.
Me aprestaba a tomar un Uber hacia el hotel cuando en la acera, a mi lado, una mujer comenzó a señalarle a su acompañante el apartamento donde vive, con balcón que tiene vista al parque.
El hombre resaltó que desde la privilegiada residencia se podían ver los partidos de las Mayores con binoculares. En ese mismo instante, los rugidos de los fanáticos, a prácticamente una cuadra de distancia, se escuchaban como si uno se encontrara en las gradas.
Tuve que intervenir en la conversación al escuchar que la joven hablaba de que en el estadio se jugaban partidos de pretemporada. “Se juega el Clásico Mundial de Béisbol”, disparé en inglés a ambos.
¿El Clásico Mundial de Béisbol? ¿Qué es eso?”, preguntó el varón.
La interrogante me impactó, y cordialmente le expliqué sobre la cuarta edición del torneo en el que juegan 16 países con el mejor talento disponible en las Mayores.
La mujer fue más curiosa al continuar la conversación en español, ya que su madre es oriunda de México.
De todas maneras, ella no sabía que en Guadalajara se jugó una primera ronda con la novena mexicana como anfitriona. Igualmente, se quedó muda cuando le enumeré los jugadores presentes en el partido entre los venezolanos y estadounidenses.
Luego que la pareja se despidió, el camino hacia el hotel estuvo lleno de preguntas en mi cabeza.
¿Cómo es posible que estén ajenos de un evento deportivo que para Puerto Rico es el más importante del año? ¿No les importa a los estadounidenses que estén siendo representados por una selección de estrellas de Grandes Ligas en el Clásico? ¿Cómo esa pareja está tan cerca y tan lejos de disfrutar buen béisbol?
El martes, el mismo Jones arrojó un poco de luz sobre el tema durante una conferencia de prensa. “Mi esposa decía la misma cosa. Salíamos ayer a almorzar y escuchamos a unas personas hablando. Es una locura, el Clásico aquí en Estados Unidos, pero la gente no sabe realmente que está pasando, a menos que vea el MLB Network. No está siendo promocionado”, contó.
Ante una verdad que desalienta, los ánimos regresaron cuando la recepcionista del hotel identificó mi procedencia y contó que es la mejor amiga de una prima del jardinero Eddie Rosario.
Ella sí estaba cerca, y no tan lejos, del Clásico.