La excusa del ‘spring training’
LOS ÁNGELES, California. Cuando el torpedero de Estados Unidos Brandon Crawford erró en un tiro a primera base durante una jugada frente a República Dominicana en el partido del sábado, los comentaristas televisivos comenzaron a cuestionar la condición de los jugadores en el Clásico Mundial de Béisbol por encontrarnos en la época de los entrenamientos primaverales de Grandes Ligas.
Adam Jones, jardinero central de los estadounidenses, prácticamente los silenció entradas más tarde cuando desafió la gravedad al estirar su guante para robarle un cuadrangular a Manny Machado.
Días antes, Jones, el nuevo ‘Capitán América’ de Estados Unidos, les restó importancia a las críticas hacia el Clásico por la intensidad de juego que presenta en marzo, mes donde los equipos de las Mayores se preparan para la temporada regular.
“Te puedes lastimar en un juego de pretemporada al igual que aquí. Así que tiro eso por la ventana porque ves a Ian Desmond (de los Rockies de Colorado) que, desafortunadamente, se rompió la mano. Eso es ‘spring training’. Estamos jugando y, tocamos madera para mantenernos saludables”, expresó.
En lo que va de Clásico, se han cometido más de 50 errores en el terreno. Además, solo tres jugadores salieron lesionados del partido. Esto fueron los venezolanos Salvador Pérez, Martín Parado y Miguel Cabrera.
Parece un número gigante y preocupante, pero antes de alarmarse las organizaciones de Grandes Ligas, deben estar agradecidas.
No hay mejor taller de preparación para la temporada regular de Grandes Ligas que el Clásico, evento que se celebra solo una vez cada cuatro años.
El hecho de que cada jugador presente en la competencia vista los colores de su patria, es una motivación extra para jugar una pelota de calidad para honrar a su país.
Todos los ejemplos los podemos ver en Yadier Molina, receptor titular de Puerto Rico, quien ha entregado su conocimiento, sudor y cría a la novena patria para traerla de vuelta a la ronda de campeonato del Clásico, esta vez de manera invicta.
Los Cardenales de San Luis no tendrán más remedio que aplaudir el subestimado torneo si Molina regresa al equipo con el trofeo platino del Clásico.
Serán 162 partidos que los Cardenales verán a Molina detrás del plato con un sabor adicional de querer regresar a la Serie Mundial el mismo año que consiguió poner una medalla de oro del Clásico en su vitrina de logros.
Así que es hora de quitarse el sombrero ante el Clásico. No será perfecto, pero bastantes cosas buenas le han dado al béisbol para celebrarlo.