ESTRATEGIA TERAPÉUTICA
La hipoterapia o terapia con caballos puede ayudar a personas con diferentes discapacidades
En Gurabo, en la Hacienda Los Milagros suceden pequeños milagros todos los días. En esta finca está Equus Center of Puerto Rico, un lugar donde ofrecen hipoterapia, una terapia asistida con caballos.
El doctor Edmundo Jiménez, fundador de Equus Center of Puerto Rico explica que consiste en el uso del movimiento del caballo como herramienta terapéutica dirigida a personas que presentan diferentes discapacidades, con el fin de obtener una mejoría a nivel físico, psicológico y social.
“Es una estrategia de tratamiento con enfoque clínico, brindada por profesionales certificados, entre estos terapistas ocupacionales, del habla, físicos, psicólogos, educadores y otros, que utilizan el movimiento del caballo y la relación con el animal para beneficio del participante”, asegura Jiménez.
Sostiene el experto que en la terapia asistida con caballos o hipoterapia, se aprovechan los movimientos tridimensionales del caballo para estimular músculos y articulaciones, aumentar el ritmo cardiaco, la circulación de la sangre y la oxigenación de todo el cuerpo del participante.
“Hay un principio de fisiología cardiovascular detrás de esto. Al caminar el caballo, la persona que va en su monta recibe un aumento en la frecuencia cardiaca y su pulso. Por tanto, tenemos más sangre y oxígeno visitando el cuerpo del participante. Ese flujo de sangre y oxígeno que ocurre en esos momentos, ayuda al profesional de la salud a concentrarse en las áreas que quiera mejorar, ya sea física o neurológica u otras. Además, el contacto del participante con el caballo resulta en un beneficio terapéutico a nivel cognitivo, afectivo y de comunicación”, agrega.
EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO. En la hipoterapia hay un equipo multidisciplinario encargado de ofrecer la novedosa terapia integral. En el lugar donde se ofrece -una hacienda, en contacto con la naturaleza-, siempre está el equino y el participante, el asistente del equino que es la persona responsable de manejar el caballo, otra persona para seguridad del participante, y el o los terapistas, que puede ser un psicólogo, ocupacional, físico o del habla, entre otros, dependiendo de lo que se necesite. Todos van juntos caminando en la pista, mientras se ofrece la terapia, en la que el caballo es una herramienta para el terapista.
“El caballo que se utiliza es especial. Tiene que tener el andar tridimensional, quiere decir, un andar como el del ser humano. El movimiento de cadera que tenemos los humanos lo poseen estos caballos. Son unos caballos específicos. Entre estos están los pura sangre, que son los del hipódromo; los trotones galoperos, que son caballos que vienen de Colombia y el cuarto de milla, que es el caballo americano”, abunda.
El terapista usa el movimiento generado por el caballo en combinación con otras estrategias de terapia para alcanzar resultados de tratamiento.
En la terapia del habla, por ejemplo, el participante va sobre el caballo y el terapista desde el piso, le dicta los ejercicios que tiene que hacer, ya sea que agarre un lápiz en la boca o que repita unas palabras.
“La terapia del habla, en específico, se da cambian los decibeles de los sonidos, el eco aumenta, los sonidos ascienden. Los participantes pueden hacer más variedad de ejercicios verbales y de sonidos”, señala Jiménez.
Todos los terapistas, además de ofrecer la hipoterapia, tienen un área designada, una oficina, para trabajar con los participantes en otros tipos de terapias.
Dependiendo del plan de trabajo que se haya desarrollado después de su evaluación es la frecuencia que deben venir los participantes, que puede ser dos veces a la semana o una vez, por el tiempo que se determine.
Los participantes que pueden beneficiarse de la hipoterapia son niños, jóvenes y adultos con necesidades especiales incluyendo autismo, perlesía cerebral, Síndrome Down, déficit de
atención y derrame cerebral, entre otros.
Cuenta el doctor Jiménez, quien posee una maestría en Ciencias del Ejercicio de la Universidad de Syracuse, Nueva York, y un post doctorado en Educación Asistida con Equino, que esta modalidad de terapia lleva en Europa más de 40 años y en Estados Unidos y Latinoamérica unos 30 años. Equus Center of Puerto Rico lleva 10 años ofreciendo educación asistida con equino. Hace seis años empezaron con la hipoterapia.
REHABILITACIÓN EXITOSA. Varios participantes y algunos padres ofrecieron su testimonio sobre la exitosa rehabilitación que han logrado en el programa multidisciplinario de Equus Center of Puerto Rico. Como ellos, otros jóvenes, niños y adultos reciben bienestar en Hacienda Los Milagros, habilitada con salones para terapia cognitiva y fortalecimiento físico, además del área donde se trabaja con los caballos Querendón, Princesa, Palomo, Lucinda y Lily.
Asunción Peñalvert Vázquez es un hombre adulto que, en el 2013 sufrió un derrame cerebral, que le afectó el lado derecho del cuerpo. “No podía hablar ni caminar. Estaba postrado en una cama. En casa recibí terapias, pero hubo poca mejoría. En diciembre de 2014 empecé a tomar hipoterapia”, recuerda Peñalvert.
Jiménez se reunió con él y su esposa, Lizette Rosa y les explicó en qué consistía la hipoterapia. Luego, les presentó al anfitrión, a Querendón, el caballo que le iba a trasmitir sus energías para que él pudiera sanar.
“Llegué en silla de ruedas y casi no hablaba. En solo dos semanas de hipoterapia, empecé a decir oraciones con sentido y que se entendieran. Poco a poco, vi como el lado derecho se fue recuperando”, narra.
“Dos doctores me dijeron que mi esposo no volvería a hablar ni a caminar. Y ya ven, donde la medicina se rinde, la hipoterapia triunfa”, agrega Rosa.
Roxana Torres, es la mamá de Jerekniel Oyola, de 5 años de edad. Su hijo tiene hipoxia cerebral. Se presenta cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro. “Es parecida a la perlesía, pero en el caso de él no fue de nacimiento, fue por atragantamiento cuando tenía 3 añitos, en el 2015. Estuvo media hora sin oxígeno. Su pronóstico era que iba a tener muerte cerebral, después me dijeron que iba a ser vegetal. Pero Dios tenía un plan diferente”, cuenta Torres.
Jerekniel tomó terapias tradicionales y hubo cierta mejoría, pero con la hipoterapia, dice su madre, es donde ha visto la diferencia. “Llegó a Equus Center mongo, ahora está más suelto, se mantiene derecho, el cuello lo mantiene firme y le bajó la rigidez del cuerpo. Lo más grande ha sido en la fuerza que ha adquirido en el cuello, espalda y piernas. Ahora hasta está empezando a comer. Y lo que lleva son seis sesiones de terapias”, manifiesta.
“Mi hija se llama María José Brande y tiene perlesía cerebral. Nació extremadamente prematura; yo tenía menos de seis meses de embarazo”, recuerda Misheila Rodríguez, la mamá de María José.
La niña empezó en hipoterapia hace 6 años. Llegó en silla de posicionamiento, encamada, con oxígeno y una prognosis pobre. “Tan pronto empezó aquí, a la semana ya podía agarrar una crayola con propósito. Paulatinamente, empezó a gatear, a sentarse y ahora camina con andador y su silla para largas distancias. La autoestima le ha mejorado. ahora reacciona, tiene control y está pendiente en el ahora”, asevera Rodríguez.
Sussan Sepúlveda, de Humacao, es una joven adulta que tiene esclerosis múltiple. Se lo diagnosticaron en el 2010, aunque lleva con la condición desde el 2005. “Empecé hace dos meses en hipoterapia con el terapista físico. Yo siempre ando con bastón, y al montarme al caballo me siento libre, con más confianza y más fuerza. Son sensaciones que uno pierde cuando está con el bastón todo el tiempo”, explica Sepúlveda.
“El primer día que me monté sobre el caballo, yo sentía que estaba caminando con él. Y cuando me bajo del caballo, en mi mente sigue el patrón de su andar y eso me ayuda en mis movimientos. El caballo me relaja, me ayuda en la espasticidad”, asegura.
Sussan se atiende con el doctor Ángel Chinea, director de la Fundación de Esclerosis Múltiple. “Le hablé a mi doctor sobre la hipoterapia y él conocía sobre los buenos resultados. Ahora, la Fundación me auspicia la hipoterapia”, subraya.
La Hacienda Los Milagros está disponible para celebrar actividades corporativas y sociales. Los interesados en hacer donativos para costear las terapias de niños, adolescentes y adultos que no puedan pagar el servicio pueden hacerlo llamando al (787) 696-9608.