Docentes piden un recinto abierto
Profesores de Río Piedras señalan que se tienen que abrir los portones para buscar soluciones a crisis de la UPR
El cierre de los portones del recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) como mecanismo de rechazo a los ajustes económicos propuestos por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) es una alternativa errada, que pone en práctica lo que podría ser una visión de que el País puede funcionar sin mayores consecuencias sin el principal centro de la universidad del Estado, opinaron ayer un grupo de profesores.
Ante esto, catedráticos del primer centro docente del País hicieron ayer un llamado para que se desarrolle un verdadero diálogo, en el que participen todos los sectores de la comunidad universitaria, para buscar soluciones a la crisis fiscal de la UPR y del gobierno.
“Si utilizan el paro como un mecanismo de presión, no he visto evidencia de que ese mecanismo vaya a crear los resultados deseados en esta coyuntura. ¿A quién (se está presionando)? No sé si cerrar el recinto resuelva el problema, no creo que funcione como mecanismo de presión. No quita que, en un recinto abierto, podamos discutir sobre las maneras de ejercer presión sobre la JSF, sobre el gobierno”, expresó el profesor del Deparpara tamento de Sociología y Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales, Jorge Giovannetti.
El martes, inició un paro decretado por los estudiantes en el recinto de Río Piedras, el cual cuenta con el respaldo de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU), la Hermandad de Empleados Exentos no Docentes (Heend) y el Sindicato de Trabajadores de la UPR.
Tanto el paro como la huelga han sido adoptados por el movimiento estudiantil para expresar su rechazo a la directriz de la JSF para que la UPR entregue el 31 de abril un plan fiscal que contenga ajustes económicos y recortes equivalentes a $450 millones su presupuesto de 2021.
Los problemas que enfrenta la UPR son complejos, pero requieren de un análisis profundo, en el que participen todos los sectores universitarios; uno que tomará mucho más que un par de meses, expresó el profesor de contabilidad y exdecano de la Facultad de Administración de Empresas, José González Taboada.
“Hay un tranque más allá de los portones, hay un tranque desde la misma estipulación del ajuste de los $450 millones, un recorte que la institución no lo va a aguantar. Va a ser otra universidad con ese recorte. Estamos todos esperando mayor información y, mientras tanto, tenemos a los estudiantes cerrando portones para presionar”, indicó González Taboada.
El reclamo de estos profesores no es nuevo, pero aseguran que “la mayoría” de los estudiantes y profesores coincide con ellos.
Ante esto, les tocará a los estudiantes que quieren que se abran los portones solicitar una nueva asamblea o la celebración de una consulta electrónica para hacer saber su sentir, exhortó el profesor de sociología de la Facultad de Ciencias Sociales, Emilio Pantojas.
Desde que se dio a conocer la cifra de los ajustes requeridos a la UPR, que originalmente era de $300 millones, múltiples voces han cuestionado el análisis que se realizó para llegar a ese número, recordó la profesora de biología de la Facultad de Ciencias Naturales, Carmen Maldonado. Pero los cambios presupuestarios que se le exigen al sistema universitario cuentan la historia de la visión que se tiene para el futuro de la institución, opinó el exdirector de la Oficina de Presupuesto de la Administración Central, Basilio Rivera, quien actualmente labora en la Oficina de Presupuesto del recinto riopedrense.
“Si se mira el supra (el todo), los recortes de $450 millones pueden ser parte del plan maestro que se está trabajando. La JSF está mirando lo que está sucediendo en el País. Tenemos la migración, donde los que se están yendo son los jóvenes y nos estamos quedando con las personas mayores, que muchos dependen de las transferencias federales. Entonces, en la economía nos queda la manufactura, que está en decadencia; la agricultura, que todo el mundo celebra pero nadie le mete mano, y el turismo, que se ve como la salvación pero no hay una campaña, no hay promoción. Entonces, en ese análisis, no se necesita tener una universidad fuerte en el País”, expresó Rivera.
“Hay gente que no quiere la universidad abierta porque ven la universidad como un centro de lucha” EMILIO PANTOJAS profesor de ciencias sociales “Siento que lo que está pasando en la universidad no se diferencia de la pared de Trump. Están bloqueando la posibilidad del movimiento, del diálogo, en cualquier dirección” CARMEN RESTREPO profesora de biología “Los estudiantes, los profesores, la administración del recinto tienen que estar dispuestos al diálogo, a sentarse y escuchar al otro” JORGE GIOVANNETTI profesor de ciencias sociales