Latente afán por celebrar la vida
Cuando solo llevaba poco más de un año de casada, con las ilusiones y sueños propios de una mujer en sus tempranos 30, un diagnóstico de lupus eritematoso sistémico cambió la vida de Blanca Martínez, viuda de Peñagarícano, a la velocidad de un parpadeo.
Claramente, recuerda cómo en un viaje a Suramérica comenzó a sentirse muy quebrantada de salud. Los médicos no hallaban respuestas ante el cuadro clínico que presentaba, hasta lograr trasladarse a la isla, en donde estuvo en estado de gravedad, y posteriormente los médicos dar con el diagnóstico de esta enfermedad crónica, autoinmune y sistémica, que para aquel entonces -hace unos 45 años- no era muy conocida.
Tratamientos agresivos de cortisona por tiempo prolongado, ocasionaron que a Blanquita -como la llaman sus amigosse le hinchara su rostro. Además, entre los síntomas que se le presentaron, perdió todo su cabello y se le afectó toda la zona de las mejillas y el dorso de la nariz.
“Para mí fue una depresión horrible. Verme recién casada, una mujer joven, llena de vida, que no esperaba eso. Una mujer que en aquel momento me consideraba bonita. Verme en el espejo sin pelo y mi cara hinchada por el tratamiento que no podía dejar, fue totalmente impactante”, indicó a la vez que resaltó el inmenso apoyo incondicional que recibió de su esposo, el licenciado Juan Tomás Peñagarícano Jr. y el de su familia, que resultaron en un bálsamo para sobrepasar aquella crisis.
Un sinnúmero de recaídas cuando se le exacerbaba la enfermedad, la pérdida de cuatro embarazos, además de una gangrena en la punta de sus dedos de la mano ocasionada por una vasculitis, que le llevó a la amputación de dos medias falanges, han sido solo algunos de los episodios de salud por los que ha atravesado y por las cuales también ha sido sometida al quirófano en más de 10 ocasiones.
Hoy, a sus 77 años recién cumplidos y en total remisión de la enfermedad por más de 20 años, Blanquita relata que ha tenido una vida plena, tiene una hija, y reconoce que haber atravesado por diversas adversidades relacionadas con su salud, hicieron de ella una mujer activa, fuerte, con agilidad mental y física, y con afán de celebrar la vida.
“Dios me ha dado tantas cosas buenas en la vida, en salud y materialmente, que lo he querido reciprocar. He vivido la vida cristiana, amo a Dios sobre todas las cosas. Me hizo ser una mejor persona, madre y esposa. He vivido la vida”, expresó la también abuela de tres nietos, quien ha estado comprometida con las causas sociales; incluso llegó a presidir el Club Cívico de Damas de Puerto Rico para 1992.
“Fui presidenta de ese club (Club Cívico de Damas) y es como parte de mi vida. Me encanta, lo quiero, lo amo. Primero por lo que hace, pues hacemos filantropía, lo que nadie se imagina”, indicó la mujer cagüeña, quien dedicó su año de presidencia al Pediatric Intensive Care Unit del Centro Médico de Puerto Rico, para el cual lograron recaudar fondos.
Esta filántropa, quien ha pertenecido a incontables organizaciones, ha presidido otras, y hasta galardonada, goza de la lectura y ver televisión, le encanta la música del ayer y el merengue, cuida de sus plantas, y todos los días camina para ejercitarse.
"LAS BIRTHDAY GIRLS"
Además de sentirse bien y de la felicidad que proyecta, en esta etapa de su vida la acompaña un grupo de mujeres con las que ha envejecido y con quienes la pasa bien, goza de la vida y disfruta de salir a comer. “Lo mejor que se tiene en la vida, cuando se tiene esta edad, es tener buenas amigas. Si has cultivado tus amistades, no necesitas nada más”, afirmó.
Se trata de un grupo de 10 amigas, entre las edades 70 a 94 años, que se conocieron hace unas décadas cuando acaparaban la sección de sociales en las revistas y salían en las “Mejores 10 Vestidas”. “Como grupo hicimos buena química, nos invitábamos a fiestas privadas, nos comunicábamos y nació una relación de hermandad”, explicó.
Decidieron hacer el grupo de “Las Birthday Girls” hace más de 25 años. Blanquita, junto con Zoé Tió, Lirio Del Valle, Judy Gordon, Mery Font, Mardi Hernández, Tuti Rosio, Elba Lugo, Leysa Collazo y Edna Vázquez, cada comienzo de año, lanzan en sorteo quién será la encargada de celebrar cada cumpleaños, en el que todo es alegría, diversión y disfrutar a plenitud.
“Lo mejor que se tiene en la vida, cuando se llega a esta edad, es tener buenas amigas. Si has cultivado tus amistades, no necesitas nada más”