Tocan a la puerta de Salud federal
Senadores estadounidenses piden discutir la crisis fiscal de salud
WASHINGTON.- Los cuatro senadores que formaron parte del Grupo de Trabajo del Congreso sobre Desarrollo Económico en Puerto Rico solicitaron al secretario de Salud de EE.UU., Tom Price, buscar juntos una solución al abismo fiscal al que se encamina el sistema de salud de la isla
La petición está suscrita por los republicanos Orrin Hatch (Utah), quien fue presidente de ese grupo trabajo y es el jefe del Comité de Finanzas, y Marco Rubio (Florida), y los demócratas Robert Menéndez (Nueva Jersey) y Bill Nelson (Florida).
En la carta, divulgada por la oficina del senador Rubio, los legisladores recuerdan al secretario Price que los $6,400 millones en fondos de Medicaid que asignó a Puerto Rico la ley Obamacare se agotan a finales de año, y advierten que el gobierno de la isla tiene que suscribir antes del 1 de julio los acuerdos de servicio con planes médicos para el programa Mi Salud.
“La situación actual requiere nuestra atención inmediata y es vital que el Congreso y la administración trabajen juntos para resolver este asunto”, indicaron los legisladores.
El liderato del Congreso, si se pusiera de acuerdo, tiene la oportunidad este mismo mes de incluir los fondos, ante la necesidad de aprobar una nueva resolución de gastos del gobierno federal. La resolución vigente expira el 28 de abril.
La carta de los senadores estadounidenses fue enviada al secretario Price el viernes, justo cuando el Senado inició un receso legislativo hasta el 24 de abril, momento en que tendrán solo cuatro días para aprobar la resolución de gastos.
Fuentes indicaron ayer que la carta coincide con conversaciones entre el liderato del Congreso –incluido el speaker Paul Ryan y la líder de la minoría demócrata, Nancy Pelosi –en torno al financiamiento de Medicaid para Puerto Rico.
“Puerto Rico ha expresado el compromiso de atender los muchos asuntos financieros a que se enfrenta, incluyendo nuevas medidas de transparencia e información para mejorar el programa Medicaid. Sin embargo, este abismo de Medicaid exacerba los retos que la isla busca superar”, agregan los senadores.
Los cuatro senadores indicaron que al agotarse y no sustituirse en alguna medida los cerca de $1,200 millones anuales en Medicaid que Puerto Rico ha obtenido de Obamacare, habrá “un aumento significativo en la emigración de Puerto Rico hacia el continente estadounidense, colocando presión en programas estatales e incrementando los costos para los contribuyentes estadounidenses”.
Según fuentes de El Nuevo Día, el análisis más reciente del gobierno de Ricardo Rosselló indica que los fondos de Medicaid asignados por Obamacare se pueden agotar a principios de octubre, dejando un hueco presupuestario de $886 millones en el próximo presupuesto del Gobierno de Puerto Rico, que comienza en julio.
Ante la incertidumbre, la Junta de Supervisión Fiscal a cargo de las decisiones financieras demandó del gobernador Ricardo Rosselló que el plan fiscal a largo plazo, con el cual tendrá que cumplir el próximo presupuesto, no cuente con los fondos que ahora provee Obamacare.
La semana pasada, 74 demócratas de la Cámara baja federal –encabezados por la boricua Nydia Velázquez (Nueva York)–, reclamaron al speaker Paul Ryan que se atienda la incertidumbre sobre el financiamiento del sistema de salud de Puerto Rico.
El mismo Grupo de Trabajo del Congreso –cuando rindió su informe en diciembre– abogó por atender el abismo fiscal en los fondos de Medicaid.
En momentos en que Puerto Rico quedaba fuera de la legislación republicana que impulsó una reforma federal de salud que sustituyera Obamacare – una medida que se echó a un lado hace dos semanas–, Ryan dijo el mes pasado a la comisionada residente Jenniffer González que la asignación de Medicaid podría incluirse en la resolución presupuestaria de abril o en la reautorización del plan de salud infantil (CHIP) que se debería aprobar a más tardar en septiembre.
Pero, hasta hace unos días, según la portavoz demócrata en el Comité de Asignaciones del Senado, Patty Murray (Washington), la intención del liderato del Congreso era aprobar a finales de abril una resolución de gastos sin añadir otros asuntos a la legislación.