Ingenio fantástico
Habla de sí misma como quien escribe poesía, delatando sus más profundos miedos y verdades a través de piedras preciosas. Primero fue coleccionista y anticuaria, pero a los 36 Lydia Courteille decidió crear sus propias colecciones inspirada en los viajes, la historia y la naturaleza, con una belleza nada ortodoxa y diseñando universos poblados de criaturas fantásticas. Llamativas e intensas, viven lo mismo en el desierto del Sahara, la Amazonia, el palacio de Topkapi en Estambul, en los días del esplendor otomano y Suleimán, o en la Noche de los muertos, en los jardines de Xochimilco.
Si tuvieras que presentarte ante un extraño y fueras a explicarle cuál es tu trabajo, ¿con cuál de estas ocupaciones te sientes más identificada: gemóloga, coleccionista científica, viajera o buscadora de tesoros?
Creo que soy una suma de todas esas cosas y finalmente me he enfocado en las joyas, para poder compartir mi cultura, mi gusto y mis emociones.
Me parece muy curioso que abordas el concepto de tu tienda como si fuera un “gabinete de curiosidades”, ¿es que tienes de esos escaparates en tu casa o hay alguna manera específica en la que te gusta mostrar las joyas o convivir con estas?
Mi hogar también puede entenderse como un gabinete de curiosidades, pero ciertamente, se diferencia de lo que tengo en la tienda. Me gusta mucho el estilo contemporáneo y suelo mezclar lo nuevo con lo viejo y muchos colores alegres, por ejemplo, tengo paredes turquesa con un sofá púrpura y pintura moderna multicolor.
¿Cuánto influencia tu trabajo como diseñadora de joyas tus pasiones como el estudio de la historia y los viajes?, ¿Viajas con toda la intención de encontrar la inspiración?
Antes no lo hacía por eso, pero ahora, como he visto que mis experiencias durante los viajes me han servido de base para mis creaciones, ahora viajo diferente: tomo más notas, saco más fotos para asegurarme de que recuerdo los detalles y trato de construir una historia. Mi colección “Sahara”, por ejemplo, es como un diario de viaje; vas pasando una página con cada joya.
¿Te acuerdas cuál fue esa pieza que dio inicioa todo,la que desató la pasión por el coleccionismo?
Fue hace mucho tiempo... Tenía ocho años y encontré un fósil. Hace poco lo combiné con turmalinas verdes y amarillas. Esa fue la pieza que dio pie a la colección de Etiopía, “Queen of Sheba”.
Descríbeme tu proceso creativo, ¿prefieres hacer bocetos o jugar manualmente con las piedras?
Primero me enfoco en la gema, esa es la piedra angular de todas mis distintas inspiraciones. Entonces, por el color y la consistencia, algo comienza a crecer dentro de mi cabeza, por una alquimia muy secreta y misteriosa.
Lydia Courteille -cuyas joyas se consiguen en exclusiva en Reinhold Jewelers- y la misteriosa alquimia con la que crea sus piezas.
Me intriga qu una europea desarrolle una colección completa dedicada al tema de la cultura de los indios norte americanos y una de sus leyendas antiguas (la de la profecía del guerrero del arcoíris). ¿Qué te atrajo de es te universo de plumas y turquesas?
Hice un viaje fantástico a los Estados Unidos, en el que visité el Valle de los monumentos, el cañón Brice , el cañón Chelly... Naturalmente asocié el espíritu de estos lugares con las turquesas de Arizona. Descubrí que el turquesa provoca muchas emociones: puede ser cielo, el agua... y en Estados Unidos, cerca de Santa Fe, tienes el “Camino turquesa”. Los indios usaban mulas turquesas y forman parte de sus leyendas y supersticiones.
También hiciste una colección que es un homenaje al surrealismo, ¿ese es el movimiento artístico que te gusta más?
amor en el surrealismo. Pero ta muy viejo que me inspiró: ntura tan rara. Y desde los 10 istoria de amor surrealista con gh.
¿Qué tú buscas en una pieza de joyería?, ¿qué la hace valiosa?
Tiene que ser única en tu mente. Eso es lo que importa.
Si alguien no cuenta con mucho presupuesto y quiere comenzar una colección de joyas ¿qué tipo de pieza debería adquirir primero, o para qué debería ahorrar?
Sencillamente que se deje llevar por su gusto personal. Además, puede comprar joyas de segunda mano, “vintage”, piezas en plata que tengan un diseño que te encante. También podrían ser piezas decorativas hechas en materiales nobles como la madera, la plata, piedras genuinas u ornamentales. Lo que sea.
¿Cómo te llevas con la tecnología?, ¿Tú misma cuelgas en Instagram tus fotos de viajes?
Publico mucho en Instagram, que es mi red social preferida. También me gusta perderme en Pinterest. Aunque estoy en Facebook y Twitter, estas no me resultan tan efectivas.
Lagerfeld, Madonna, Daphne Guinness, Anna Wintour, son solo algunas de las celebridades que coleccionan tus joyas, ¿cómo eso te hace sentir?
Es una satisfacción enorme porque todos ellos tienen mucha experiencia con el tema de la creatividad y la creación. Me agrada saber que les atraiga mi arte.
Ya que te gusta tanto la historia, ¿qué personaje histórico te hubiese gustado ver lucir tus joyas?
No tengo que usar la imaginación... Hay tantas actrices que han llevado mis piezas. Pero tengo que admitirlo: cuando veo a Karl Lagerfeld con mis joyas, me siento muy orgullosa.
Lugar preferido para ir de compras:
¡Mi calle, rue Saint –Honoré! También me encanta Harrods en Londres y Bergdorf Goodman en Nueva York.
Experiencia relajante favorita:
Solamente necesito una: un masaje en el Centro Martine de Richeville, en París. (http://www.martinedericheville.com/fr/)
¿Dónde nos recomiendas comer en París, dónde te gusta pasar un buen rato?
La Belle époque es de mis lugares preferidos. ¡Antes era un cabaret! Y tienes que ir a cenar al restaurante del Palais Royal, es un lugar único y vas a pasar una experiencia maravillosa, tanto como cruzar el puente de Alejandro III. Y mi dirección secreta es el restaurante Lao Siam en Belleville.
“Primero me enfoco en la gema, esa es la piedra angular de todas mis inspiraciones. Entonces, por el color y la consistencia, algo comienza a crecer dentro de mi cabeza, por una alquimia muy secreta y misteriosa”.