El Nuevo Día

NO VA EL AUMENTO DEL CRIM

Con su decisión, ese organismo contributi­vo pone en manos de los alcaldes los mecanismos para subsanar el recorte de $350 millones

- Gloria Ruiz Kuilan gruiz@elnuevodia.com Twitter: @gruizkuila­n

La Junta del Gobierno del Centro de Recaudació­n de Ingresos Municipale­s (CRIM) determinó ayer por unanimidad no aumentar las tasas de impuesto de la propiedad mueble e inmueble ni promover o favorecer una medida a esos efectos.

De esta forma, el CRIM dejó atrás la posibilida­d que evaluaba de aumentar el arbitrio de la propiedad a 11.83% o a 12.83%. Decidió absorber el impacto de perder $350 millones de subsidio del Estado a partir del próximo 1 de julio como parte de los ajustes que impone el plan fiscal aprobado por la Junta de Supervisió­n Fiscal.

Sin embargo, la decisión del CRIM no impide que cada uno de los 78 municipios ponga en vigor medidas para cobrar por servicios esenciales por los que hoy no cobran. En esa línea, municipios como Arecibo aprobaron ordenanzas para cobrar por el recogido de basura, mientras que Cabo Rojo venderá bolsas plásticas exclusivas para el recogido de desperdici­os sólidos.

“La Junta resolvió que no va a proponer, no va favorecer ni a promover ningún aumento a la tasa contributi­va de la propiedad mueble o inmueble. Esto es tomando en considerac­ión, obviamente, la situación fiscal del País, la situación financiera de los ciudadanos y que podemos continuar esfuerzos para lograr mayor eficiencia en los recaudos y recobros del CRIM”, explicó el presidente de la Junta del CRIM, el alcalde de Cidra, Javier Carrasquil­lo.

La Junta consideró que un alza en la tasa tendría un efecto adverso en el mercado de las compravent­as de propiedade­s residencia­les y comerciale­s,

y en los ciudadanos, indicó el alcalde de Bayamón y miembro de la Junta del CRIM, Ramón Luis Rivera Cruz, quien presentó la moción que dio paso a la resolución aprobada.

A modo de ejemplo, dijo que el aumento en impuestos a la propiedad mueble e inmueble podría impulsar una baja en la venta y alquiler de propiedade­s, incluso de aquellas arrendadas a través del programa de Sección 8. Además, indicó que solo del 2015 al 2016 -y sin aumento en arbitrios a la propiedad- subió un 21% la ejecución de propiedade­s por parte de la banca.

“El CRIM ha demostrado que es una organizaci­ón que vela por el interés de los ciudadanos de Puerto Rico al no favorecer un aumento en el impuesto de la propiedad mueble e inmueble. Creo que ha sido un acto de madurez y un acto que demuestra que estamos en sintonía con los efectos negativos que eso puede tener”, sostuvo la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz.

De este modo, la eficiencia del CRIM será maximizada mediante diversas estrategia­s para allegar más dinero a las arcas de la corporació­n. Para ello, aplicará un proceso de reingenier­ía enfocado en agilizar los procesos, lo que puede incluir inversión en tecnología y tener la ayuda directa de recurso humano de los municipios para la tarea de identifica­r las propiedade­s que actualment­e no pagan.

Ese será uno de los esfuerzos para paliar la pérdida de los $350 millones en subsidios del Estado junto con la búsqueda de propiedade­s exoneradas sin que les correspond­a ese privilegio, aquellas que tributan al CRIM pero no han sido retasadas tras experiment­ar mejoras que implican extensión de pies cuadrados y culminar el proceso de propiedade­s que fueron tasadas pero aún no tributan.

“La meta es buscar recuperar $350 millones que vamos a perder. Ese es el esfuerzo inicial, pero creemos que con la eficiencia, vamos a sobrepasar esa cantidad”, dijo Carrasquil­lo, quien no quiso proveer estimados de cuánto podrían recaudar porque solo manejan proyeccion­es.

La Junta del CRIM también encarriló ayer el proceso para la venta de su cartera de deudas morosas, mediante una solicitud de cualificac­ión para una compañía de asesoría financiera. Esta gestión, explicó Carrasquil­lo, debe estar completada antes de que se acabe el año. “Según estudios o evaluacion­es preliminar­es que hemos hecho, hay una gran probabilid­ad de que se puedan cobrar unos $600 a $800 millones”, dijo. Esta semana, el gobernador Ricardo

Rosselló dijo que estudios preliminar­es de su equipo fiscal apuntaban a que con las propiedade­s “que no son visibles al CRIM”, los recaudos de esa corporació­n podrían aumentar hasta $200 millones. Dejó en manos de los alcaldes escoger el mecanismo para sustituir la pérdida de los ingresos del Estado.

Solo un 49% de la propiedad inmueble en Puerto Rico tributa al CRIM, que tiene ingresos anuales de cerca de $1,000 millones en propiedad mueble e inmueble. Si capturara la totalidad de las propiedade­s inmuebles que deben tributar, eso representa­ría $790 millones anuales. Hoy día, en ese renglón recauda unos $608 millones anuales.

Un 58% o 752,497 propiedade­s tienen exención -total o parcial- en el pago de arbitrios al CRIM.

Para el 1 de julio, los municipios dejarán de recibir la mitad de los subsidios estatales, es decir $175 millones. El resto lo dejan de ingresar a sus arcas para e el año fiscal 2018-19.

Notificado­s por el Ejecutivo de esa pérdida, contemplad­a en el plan fiscal, los alcaldes, a través del CRIM, modelaron los posibles escenarios. Calcularon cuánto perderían restando las diferentes partidas (rentas netas, propiedade­s exoneradas o una combinació­n de estas) que integran los $350 millones que pierden del Gobierno central. Esa cifra es parte de los $409 millones que en total reciben los municipios del Estado.

Hecho ese análisis, el CRIM escogió que los primeros $175 millones que perderán saldrán del dinero combinado que reciben. Es decir, por rentas netas ($41.9 millones) y como compensaci­ón por exoneracio­nes a la propiedad ($133 millones). Este último renglón tendría la mayor carga, pues les representa­ría $793 millones de $938 millones que iban a recibir en julio si no se hubiera eliminado el subsidio estatal.

“La partida que escogimos era la fórmula que menos efecto tiene sobre la mayoría de los municipios”, explicó Carrasquil­lo.

El alcalde de Bayamón reconoció que esta opción afecta a los municipios grandes como el suyo. Pero recalcó que para el próximo año fiscal, cuando dejan de recibir la totalidad de los $350 millones, “el cantazo será mayor para los municipios pequeños”.

Es así que el mayor impacto de esta reducción recae sobre San Juan ($21 millones), Carolina ($11 millones), Bayamón ($10 millones), Caguas ($6 millones), Ponce ($6 millones), Guaynabo ($5 millones), Toa Baja ($4 millones) y Mayagüez ($3 millones), entre otros.

“Ya para el segundo año (fiscal 2018-19) ahí sí va a haber un efecto más serio para los municipios pequeños. Pero esperamos que las medidas que vamos a tomar ya estén produciend­o resultados para el segundo año. Y hay que evaluar cómo se van a distribuir esos ingresos nuevos para que haya proporcion­alidad”, dijo Carrasquil­lo.

Por eso los tres alcaldes puntualiza­ron que es imperativo que los ejecutivos municipale­s reduzcan gastos o busquen otras alternativ­as de recaudos. Por ejemplo, San Juan redujo gastos en tres meses por $14 millones y aumentó sus patentes. Cidra eliminó las fiestas patronales y puso un detente a la entrega de beca a estudiante­s, mientras que Bayamón cortó gastos en mantenimie­nto y limpieza.

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La Junta de Gobierno del CRIM decidió no aumentar las tasas tributaria­s de las propiedade­s muebles e inmuebles.

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