El momento mágico de Puerto Rico
El genial sociólogo y visionario futurista Malcolm Gladwell, en su libro “The Tipping Point”, escribe sobre la resistencia al cambio y propone técnicas para vencerla y lograr un cambio significativo. Habla de un “momento mágico en que una idea, tendencia, o conducta social cruza un umbral, se vuelca y se esparce como incendio forestal”. El libro ofrece su teoría sobre cómo acelerar la llegada de este momento mágico.
Uno de sus planteamientos importantes es que podemos estar acercándonos a un momento transformativo sin evidencia visible de su inminencia. Por eso fracasan muchos esfuerzos de individuos, empresas y sociedades cuando, los que impulsan el cambio se descorazonan al no reconocer que ya están cerca de su meta.
En otro escrito, Gladwell nos habla de la confrontación bíblica entre los filisteos y los hebreos hace tres milenios. El gigante Goliat fue designado a representar el ejército filisteo y, cuando ningún soldado del ejército hebreo se atrevió a salir al encuentro, David —un joven pastor— se ofreció para confrontarlo con solo una honda y cinco piedras redondas; arma que usaba para proteger sus rebaños. La honda no era una innovación sorprendente, era un arma importante conocida desde los tiempos paleolíticos. Los ejércitos contemporáneos a la época de David mantenían agrupaciones de honderos en su artillería y podían lanzar estas piedras con energías equivalentes a balas modernas. Goliat, entonces, estaba sin posibilidades de éxito desde el momento en que David se le acercara en el campo de batalla.
La lección bíblica no solo es en torno a un milagro divino ni sobre cómo David desarrolló alguna técnica innovadora para derrotar a los filisteos, es acerca de la ceguera humana ante hechos conocidos. Ciertamente, Goliat a causa de su condición pituitaria, padecía de la vista y esto favorecía a David. Sin embargo, es en la ceguera colectiva de ambos ejércitos y su incapacidad de reconocer la oportunidad y la ventaja donde yace la lección esencial.
Gladwell nos trae este ejemplo bíblico para demostrar cómo la inercia del pensamiento humano impide el progreso y su mensaje es muy relevante al Puerto Rico actual. Nuestro reto no es la falta de oportunidades, sino el poder reconocerlas y perseguirlas hábil y rápidamente en unidad de propósito, aprovechando las herramientas que tenemos a la mano. Necesitamos cambiar nuestra manera de ver las cosas, entender hacia dónde se mueve el mundo y sus implicaciones sobre las acciones que nos toca asumir.
He aquí la buena noticia: estamos más cerca de nuestro “momento mágico” de lo que imaginamos. Ahora, más que nunca, tenemos que aprestarnos a reconocer y participar de las nuevas oportunidades que nos brinda el mundo. Sabemos cuáles son esas oportunidades —abrirnos al mundo como destino, traer visitantes, nuevos residentes y empresarios exportadores a disfrutar de esa magia nuestra que no se puede embotellar y que se tiene que estar aquí para poder experimentarla.
Ya nuestro nuevo y joven Gobierno está dando la prioridad que se merece la economía del visitante. La Legislatura se movilizó ágilmente, de manera bipartidista, hacia crear nuevas estructuras para promover el destino de Puerto Rico.
Los medios están cubriendo el tema en múltiples dimensiones. El sector privado igual comienza a reconocerlo. La academia desarrolla nuevas prioridades y programas. Hasta las empresas sociales están despertando a sus posibilidades en este nuevo paradigma. Sólo resta meterle más empeño a la cosa hasta que agarre tracción y arranque, y de verdad que sí va a arrancar. Creámoslo y unámonos al esfuerzo, y de aquí a unos años empezaremos a ver los resultados y, entonces, nos podremos preguntar: ¿qué crisis fue esa?
“Gladwell nos trae este ejemplo bíblico para demostrar cómo la inercia del pensamiento humano impide el progreso y su mensaje es muy relevante al Puerto Rico actual. Nuestro reto no es la falta de oportunidades, sino el poder reconocerlas y perseguirlas hábil y rápidamente”.