“La sustentabilidad se vuelve un concepto hueco”
Ariel Lugo reflexiona sobre los posibles impactos en los terrenos de alto valor ecológico y agrícola en el contexto de la crisis fiscal
La crisis fiscal actual y sus posibles impactos sobre los recursos naturales transportan al ecólogo Ariel Lugo a la década de 1970, cuando el aspecto económico “era el que regulaba todo lo que se hacía”. Lugo se estrenaba como director del Instituto Internacional de Dasonomía Tropical, del Servicio Forestal Federal, y el término “sustentabilidad” simplemente no existía. “Pero en cuestión de tiempo hubo mucho progreso en el aspecto ambiental. Se aprobaron leyes y regulaciones más inclusivas, donde el público participaba y podía expresar sus opiniones sobre los proyectos en desarrollo. Empezamos a ver que el desarrollo económico tiene componentes sociales, culturales y ambientales, y eso es lo que nos lleva a la sustentabilidad”, indica. Advierte, de inmediato, que “estamos retrocediendo porque, de pronto, la cuestión económica es la que otra vez tiene la fuerza en todo”. Se refiere, específicamente, a que, tras la aprobación de la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA), los terrenos públicos de alto valor ecológico y agrícola podrían ser vendidos para pagar la deuda. Esa fue la principal conclusión del análisis que el Servicio Forestal Federal le encomendó al Pinchot Institute for Conservation, en la capital federal, sobre los efectos de PROMESA en los terrenos públicos. “PROMESA le da autoridad a la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) de liquidar terrenos públicos para pagar la deuda. Para mí suena insólito, pero es la realidad en la que estamos sumidos como país”, lamenta. ¿Están bajo amenaza real los recursos naturales de la Isla?
—Lo que estoy viendo es que el análisis, la participación pública y consideraciones futuras salen del panorama, y se va a lo económico. Eso es peligroso para Puerto Rico, porque habíamos aprendido que, cuando las cosas se hacen desde un solo punto de vista, no salen bien. Ahora mismo, la palabra sustentabilidad se vuelve un concepto hueco, porque no se consideran otros elementos. ¿Cuáles serían las consecuencias de vender terrenos de alto valor?
—En el caso de los terrenos de valor ecológico, esas son las cuerdas que protegen el agua, la calidad del aire, el esparcimiento de la población y la biodiversidad de Puerto Rico. Todo el patrimonio, toda la esencia de lo que es Puerto Rico, está en esos terrenos públicos. No me puedo imaginar qué pasaría si perdemos los terrenos agrícolas, pues en ellos está el futuro alimentario del País. ¿Qué motivo al Servicio Forestal Federal a analizar PROMESA?
—Inicialmente sería un análisis sobre los terrenos federales en la Isla, pero se extendió a los terrenos en general. Encontramos que los terreafecta nos en manos de las agencias federales y del Fideicomiso de Conservación no están en riesgo, pero todo terreno que le pertenece al Gobierno de Puerto Rico está vulnerable a que la JSF, por disposición de PROMESA, los use para pagar parte de la deuda. Eso nos preocupó bastante. ¿De cuánto terreno vulnerable estamos hablando?
—Encontramos que son más de 200,000 cuerdas entre el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, la Autoridad de Tierras y el Departamento de Agricultura. ¿Qué más reveló el análisis?
—Según el análisis, PROMESA tiene injerencia sobre las leyes ambientales de Puerto Rico. Si una de estas leyes uno de los llamados “proyectos críticos”, la JSF podría derogarla. Es una paradoja que las únicas leyes ambientales que PROMESA no puede tocar son las federales… el gobierno federal es el que tiene en sus manos la protección ambiental. ¿Realmente cree que la JSF llegará a activar su facultad de vender activos naturales?
—No sé hasta qué punto van a ejecutar todas sus autoridades sobre Puerto Rico, pero poco a poco han ido ejerciendo más y más. Ahora estamos hablando de los terrenos, pero más adelante puede ser cualquier otra cosa. No podemos permitir que se resuciten esqueletos que habíamos sobrepasado bajo una nueva excusa. Eso sería doblemente malo.