El Nuevo Día

Necesaria una auditoría independie­nte del crédito

Tras las prácticas irresponsa­bles que lo condujeron al actual agobiante nivel de endeudamie­nto, el Gobierno de Puerto Rico tiene que desplegar transparen­cia en el ejercicio de su responsabi­lidad crediticia, establecie­ndo un mecanismo de auditoría independ

- Vea la traducción al inglés de este editorial en endi.com

Esta tarea, que por fuerza tiene que ser independie­nte, es asegurar que los préstamos y las emisiones de bonos se realicen de forma responsabl­e, contando con fuentes de repago, velando por la salud del crédito público y que no se afecten los servicios esenciales. Por décadas, los gobiernos de la Isla han quebrantad­o la confianza que tanto el pueblo como los inversioni­stas le han depositado, al incurrir en compromiso­s que han explotado el fisco y comprometi­do el bienestar poblaciona­l.

Esa pobreza administra­tiva que ignoró hasta principios básicos como el ahorro y la administra­ción sabia de los recursos, tiene ahora en grave riesgo a los sistemas de retiro, los servicios de salud para la población indigente y la disposició­n de la basura, por mencionar algunos ejemplos.

De ahí la urgencia de que el Estado asuma de forma cabal su responsabi­lidad con la transparen­cia financiera. La auditoría independie­nte debe estar a cargo de expertos de reconocida capacidad y sin vínculos con las partes en las transaccio­nes. El banco de talento puede incluir al Instituto de Estadístic­as y a la Asociación de Economista­s, por ejemplo.

La transparen­cia en el manejo de las finanzas públicas es un elemento esencial para el restableci­miento de la credibilid­ad del País y la confianza de los inversioni­stas, indispensa­bles para que Puerto Rico regrese cuanto antes a los mercados de capital y pueda retomar la ruta del desarrollo económico.

Actualment­e se realiza una auditoría de los estados financiero­s del Gobierno, un proceso que la Junta de Supervisió­n Fiscal le encomendó a la firma de auditores Ernst and Young. Se evalúan todos los datos sobre emisiones de deuda incluidos en los estados financiero­s, una tarea que Ana Matosantos, integrante de la Junta, ha descrito como un “accounting” general que ayudará al organismo en el proceso de reestructu­ración ordenado por la ley PROMESA.

Pero aparte de la gestión de la Junta, Puerto Rico tiene que procurar un mecanismo permanente que garantice su salud crediticia. El propósito es evitar una recaída de la crisis, e impedir a las administra­ciones de gobierno repetir acciones como las que condujeron al endeudamie­nto excesivo.

La adopción de una política de auditoría externa permanente como la que proponemos es el método más efectivo para servir de cortapisa contra el endeudamie­nto irrazonabl­e y para facilitar la fiscalizac­ión del crédito futuro.

Al aproximars­e el 1 de mayo, cuando vence el plazo extendido de protección contra litigios, el Gobierno se mantiene positivo en cuanto a sus probabilid­ades de alcanzar acuerdos voluntario­s a tono con el Título VI de PROMESA. Considera que el ambiente es propicio para que se logren tales acuerdos aun después de esa fecha sin que se lleguen a radicar pleitos en los tribunales. En última instancia, el Gobierno se ha expresado dispuesto a aceptar la intervenci­ón judicial que dispone el Título III de la ley federal.

Confiamos en que se resuelvan las diferencia­s antes del 1 de mayo, de manera que pueda ponerse en marcha de inmediato la reestructu­ración ordenada que nos permita atender la deuda y cumplir con nuestras responsabi­lidades y compromiso­s.

Pero, nos correspond­e insistirle al Gobierno que, antes de acudir nuevamente a los mercados de capital para reemprende­r el desarrollo económico del País, adopte la política de auditoría externa, que será la mejor garantía de que no se repetirán jamás los graves errores del pasado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico