Buscabulla rebasa fronteras con su “música caribeña del futuro”
Mientras disfruta de su crecimiento artístico, la agrupación tiene en la mira regresar a la Isla donde desea grabar su primer disco
Raquel Berríos estaba en Nueva York, creando canciones con métodos artesanales y Luis Alfredo Del Valle llevaba unos siete meses radicado en la misma ciudad, buscando nuevas oportunidades tras el fallido intento de crear una banda. Corría el 2011 y sus destinos se cruzaron, de una forma muy corriente, en la fiesta de una amiga en común. Lo inusual fue el desenlace de aquel “party” casero: el despertar de una complicidad musical, dulce y provocadora, llamada Buscabulla.
Increíblemente conectados a Puerto Rico, a pesar de vivir fuera de la Isla hace una década, el dúo se ha ganado un espacio en la escena musical que algunos llaman “pop” pero Raquel ha descrito como “música caribeña del futuro”, debido a la diversidad de influencias que contiene. Salsa, rock, disco y electrónica, entre otros sonidos, se entremezclan en su propuesta fresca y pegajosa. Su sencillo más reciente, “Tártaro”, es un coqueteo muy femenino inspirado en la figura del salsero Frankie Ruiz.
De manera pausada, pero consistente, las figuras de los miembros de Buscabulla aparecen en publicaciones especializadas, sus presentaciones se venden totalmente y sus canciones se comparten con un entusiasmo casi venerable en las redes sociales. A principios de este año, la revista Rolling Stones los incluyó en su listado de “10 New Artists You Need to Know” y tan reciente como el jueves de la semana pasada abrieron un espectáculo de Café Tacvba en el espacio donde han ido a ver a muchos de sus artistas favoritos antes de volverse conocidos, el Terminal 5 de Nueva York.
El mismo día que servirían como teloneros de una de las bandas de rock en español más exitosas de los últimos tiempos, Raquel y Luifre conversaron vía telefónica con El Nuevo Día acerca de su proyecto musical y sus planes para el futuro.
La llamada se había acordado para las 10:00 a.m., y a esa hora, después de varios timbrazos Raquel respondió con una voz suave, como quien acaba de levantarse. Se había despertado a las 6:00 a.m. para atender a su hija de dos años, Charly, y más tarde las dos volvieron a quedarse dormidas.
“Estoy bien, estoy súper bien para hablar”, respondió cuando le propusimos hacer la entrevista más tarde.
Así se unió Luifre a la conversación y Buscabulla empezó a rescatar un par de memorias de sus primeros años, entre risas y el ocasional balbuceo de su nena.
“Yo me mudé a Nueva York en 2007 para estudiar una maestría en diseño de textiles. Ese es mi ‘day job’”, contó Raquel. “Entremedio, estaba bien activa coleccionando discos, ‘disjokeando’ y haciendo ‘research’ de música. Estaba bien envuelta con eso, en ningún momento pensando que iba a hacer música”.
Luego llegó el proyecto N’ Tetas, una agrupación femenina que formó junto a varias amigas. Precisamente, el día del encuentro con Luifre estaba tocando algunos ‘covers’ de Lady Gaga en la fiesta a la cual ambos asistieron.
Luifre - Tenían esos ‘covers’ de canciones populares pero muchas veces no sabían los acordes, y ahí yo podía ayudar. Yo sabía de Lady Gaga.
Raquel - De Lady Gaga sabe súper bien. (Risas) Luifre - Me impresionó la voz y la sensibilidad de Raquel. Me acuerdo que después de la fiesta jangueamos más y lo que hacíamos era ver qué canciones se sabía cada cual. Ella era una cancionera. Le gustaba mucho el ‘craft’ de hacer una canción. Obviamente, me impresionó escuchar sus ‘covers’. Aparte de eso, ella estaba haciendo demos en su casa con un método bien extraño y rudimentario.
Raquel - ¡Pero efectivo! (Risas) Luifre - ¡Bien efectivo... y cool! Cogía su “set up” de DJ, ponía un disco tocando un ritmo y el otro disco tenía un “sample” melódico, como con dos partes o algo así. Los sincronizaba y encima cantaba. Todo eso lo grababa. Era bastante manual. Me enseñó par de esos demos. Ahí fue que dije: en verdad sería “cool” trabajar canciones juntos y seguir grabando cosas más profesionalmente. Pero, Raquel, ¿leí que lo invitaste a comprar una batería? Luifre- Así fue que Raquel usó la excusa para hablarme. “Quiero comprarme una batería, ¿qué hago?” Raquel - ¡Ayúdame! (Risas). Luifre- Unimos fuerzas, básicamente.
Raquel - Ese fue fue el comienzo de Buscabulla.
Después de conocer a Luifre, Raquel sintió “que debía ponerme un poco pa’ mi número”. Criada en el hogar de una familia muy musical (de madre estadounidense y padre puertorriqueño), el amor por este arte siempre había estado adentro de ella, pero era como si hubiera bloquedo su desarrollo para perseguir otros intereses, en particular el diseño y la arquitectura.
El puente roto hacia la música quedó reparado definitivamente cuando decidió contactar a su amigo, Francis Rodríguez, y empezó a tomar con él clases de piano y teoría musical general. De ese curso intensivo surgió, a modo de asignación de su maestro, el tema “Tú loco, loco y yo tranquilo”, producido, mezclado y masterizado en conjunto con Luifre.
“Ahí me picó la vena, lo compartimos y decidí hacer (el tema) ‘Sonó’”, contó quien sintió un “renacer” al empezar a dedicarse más en serio a la música.
De este segundo sencillo también se hizo un vídeo con muy bajo presuesto y filmado en Punta Las Marías, que hoy tiene sobre 143,000 visitas en YouTube. En 2014, cuando casi no tenían material grabado y mucho menos un espectáculo, la pareja ganó el concurso “Get Out of The Garage”, de Converse y Guitar Center. Esa victoria fue trascendental para Buscabulla, pues representó la oportunidad de grabar su primer EP (extended play) “Caer”, con el reconocido productor Dev Hynes, del popular proyecto Blood Orange.
En aquel entonces, con la noticia de que esperaban a Charly todavía fresca, la banda empezaba paralelamente a crear otra vida nueva, pero musical.
El apartamento de Raquel y Luifre en Brooklyn es el espacio donde cuidan ambas pasiones. Allí, mientras Charly corretea de un lado a otro, se hace música en medio del ajetreo diario.
“Siempre hay algo pasando. Siempre hay música puesta. Definitivamente, siempre hay algo en el aire. Ahora, el momento de producir y terminar una canción es lo más retante. Tenemos trabajo, guisos y al mismo tiempo cuidamos a Charly”, cuenta Raquel.
El año pasado, Buscabulla resultó favorito en el concurso “Latin Alternative Music Conference (LAMC)” en Nueva York. Obtuvo el premio “Discovery Artist” tras finalizar un “showcase” celebrado en el Highline Ballroom en Manhattan como parte de las premiaciones de LAMC a la música latina. Respaldados por este reconocimiento, la agrupación boricua ha continuado engrosando su legión de seguidores, reciben más invitaciones a tocar en diferentes estados y países a donde llevan con orgullo su identidad boricua tanto en el sonido como en la apariencia.
“Nos ponemos muchas cosas de Puerto Rico, siguiendo un poco la línea de lo niuyorican, pero a la misma vez creemos que es importante presentarnos como puertorriqueños, por todo lo que está pasando en Puerto Rico. Estamos en Estados Unidos, pero llevamos nuestra identidad a flor de piel”, detalla Raquel.
Pero para los músicos, ya no es suficiente representar al país. Entre sus metas está volver a establecerse en la Isla para continuar alimentando su propuesta con la grabación del que sería su primer disco.
“Estoy llegando a un punto donde siento que tengo ganas de contribuir verdaderamente, estando ahí. De alguna manera devolver algo de la energía que le hemos sacado a Puerto Rico”, reflexionó Luifre, quien piensa que “en vez de irnos por miles, deberíamos empezar a volver poquito a poquito”.
Mientras el sueño se concreta, Raquel y Luifre continúan creando melodías en Brooklyn, “con la misión de escapar de aquí y poder estar allá”.
“Estamos en Estados Unidos, pero llevamos nuestra identidad a flor de piel” RAQUEL BERRÍOS Integrante de Buscabulla