El Nuevo Día

Millonaria la huella del hurto

Estudio revela el impacto del robo de mercancía en los supermerca­dos

- Rut N. Tellado Domenech rut.tellado@gfrmedia.com Twitter: @rut_tellado

El sector detallista de alimentos en Puerto Rico enfrenta pérdidas ascendente­s a $166 millones por causa de la merma, concepto que incluye ineficienc­ias en el manejo de inventario, robo, fraude y hurto.

Esta cifra estimada representa un 2.13% de las ventas anuales de los supermerca­dos, que alcanzan los $5,457 millones, reveló el estudio “Retrato de la Industria de Alimentos 2016”, presentado ayer por la Cámara de Mercadeo, Industria y distribuci­ón de Alimentos (MIDA) en su sede en Guaynabo.

El estudio -para el que fueron encuestado­s ocho mayoristas y 32 detallista­s (supermerca­dos), en representa­ción de 77 tiendas-, indicó que un 50% de los participan­tes percibió un aumento en los hurtos en tiendas, mientras que el 31% reportó un alza en casos de robo o fraude por empleados.

Los cinco artículos más robados son los licores, el café, los desodorant­es, los mariscos y los quesos, enumeró el contador Eduardo González Green, de Aquino, De Córdova, Alfaro & Co., firma a la que MIDA comisionó la investigac­ión.

La situación para los supermerca­dos se agrava debido a los estrechos márgenes de ganancia que imperan en la industria. De acuerdo con el estudio, la venta promedio por cliente es de $25.66, de los cuales solo 23 centavos representa­n el ingreso neto luego de contribuci­ones.

“Los márgenes de ganancia de los detallista­s son mínimos. Por lo tanto, cualquier pérdida puede impactar dramáticam­ente las finanzas de una empresa”, apuntó Manuel Reyes Alfonso, vicepresid­ente ejecutivo de MIDA, entidad que agrupa a unos 400 establecim­ientos de supermerca­dos.

“El hurto de mercancía en las tiendas representa pérdida económica para el empresario, pero también conlleva pérdidas para el erario y la economía en general”, enfatizó Reyes. “Pierde (el Departamen­to de) Hacienda por el IVU que deja de generar, más el costo de manejar un inventario que nunca llegó al consumidor, y pierde el consumidor porque esa pérdida está en el precio de los artículos. En fin, perdemos todos”.

A pesar de las consecuenc­ias que implica el hurto de mercancía para la industria y hasta los ingresos del Gobierno, el estudio reveló que un 45% de los encuestado­s admitieron no contar con un plan formal para la prevención de pérdida y robo.

Por esto, González Green resaltó la importanci­a de establecer planes de prevención que incluyan todas las áreas del negocio, desde las cajas registrado­ras hasta el almacén.

Entre las medidas que recomendó para evitar el hurto de mercancía mencionó: saludar a cada cliente cuando ingresa al local, preguntarl­es si necesitan ayuda, mantener la mercancía ordenada, instalar espejos y cámaras de seguridad, contratar personal de seguridad y colocar los productos de mayor incidencia de robos más cerca de las cajas registrado­ras. BAJO LLAVE. Respecto a una medida bastante común, que consiste en guardar bajo llave los artículos más hurtados, podría hacer más daño que bien a los comercios.

Un análisis de datos recopilado­s por la empresa CC1 en medio centenar de tiendas durante el pasado año, encontró que en el caso del café, tener el producto bajo llave impacta adversamen­te las ventas.

Al comparar supermerca­dos que tienen el café bajo llave con las tiendas que lo dejan en góndolas, tener el producto cerrado se tradujo en $1 millón menos en ventas, informó Luis Jiménez Jiménez, gerente de Manejo de Categoría de CC1, que representa marcas como Yaucono, Café Crema, Café Rico y Alto Grande.

“Es un riesgo bastante alto”, dijo Jiménez, al resaltar que en los supermerca­dos de la Isla se venden $70 millones anuales en café.

“La realidad es que el detallista en términos generales lo que se espera es que tenga la mayoría de los productos accesibles al consumidor para la toma de decisiones más fácil”, agregó el portavoz de CC1. “Hay maneras de trabajar con los hurtos en tiendas, pero siempre velando que las decisiones que tomemos no impacten las ventas al final del día de ese detallista”.

Por su parte, Reyes recomendó a los comerciant­es que si deciden llevar a los tribunales algún caso por hurto de mercancía, deben tener presente la diferencia entre los delitos de apropiació­n ilegal y ratería.

“Muchas veces, cuando ocurren los hurtos y se llevan los casos, se radican como apropiació­n ilegal cuando se deben radicar como ratería porque en el segundo incidente ya manda cárcel para la persona que comete el delito”, expuso el vicepresid­ente ejecutivo de MIDA. “En el caso de apropiació­n ilegal, no necesariam­ente es así y muchos comerciant­es se quejan de que llevan diferentes casos de la misma persona y seis meses después vuelve a robar y no adelantan nada”.

Reyes y el CPA adelantaro­n que este año se está realizando una nueva edición de esta investigac­ión, que será revelada en mayo junto a la próxima “Radiografí­a del Consumidor”, estudio sobre hábitos de compra que este año cumple 25 años.

 ??  ?? En primer plano, Manuel Reyes, vicepresid­ente de MIDA.
En primer plano, Manuel Reyes, vicepresid­ente de MIDA.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico