Puerto Rico mueve su agenda a favor de la salud
Líderes del sector salubrista luchan en la capital federal por mantener una asignación de $1,600 millones de Medicaid que expira a finales de mes La comisionada residente, Jenniffer González, les detalla la crisis local a congresistas claves en busca de
WASHINGTON. - Los esfuerzos para integrar al plan federal de salud infantil (CHIP) una asignación que brinde estabilidad al sistema salubrista de Puerto Rico van a quedar en manos del liderato del Congreso y pueden extenderse más allá de finales de mes, cuando técnicamente expira ese programa.
En momentos en que aceleraban la presión a favor de que CHIP sea el vehículo legislativo que permita mantener en unos $1,600 millones el nivel de asignaciones anuales del programa Medicaid a la isla, ese fue el mensaje principal que recibieron de funcionarios del Congreso varios representantes de la industria de la salud.
Oficialmente, la ley que autoriza los fondos del plan CHIP vence el 30 de septiembre. Pero, a todos los estados y territorios les quedan fondos hasta diciembre, por lo que varias fuentes del Congreso ven una inclinación a que no se reautorice la ley o se refinancie el programa hasta finales de año.
“Conversaciones partidistas productivas continúan en torno a extender el financiamiento de CHIP”, indicó ayer Jennifer Sherman, portavoz del subcomité de Salud de la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara baja.
Tras reuniones que incluyeron ayer al asesor de Política Pública del speaker Paul Ryan, Matthew Hoffman, el presidente de la Asociación de Productos Medicaid y Medicare Advantage (MMAPA) y principal funcionario ejecutivo de Triple S en Puerto Rico, Roberto García Rodríguez, subrayó que hay incertidumbre de si la reautorización se producirá a finales de este mes.
“Un funcionario, nos dijo que si hubiésemos hablado hace un mes estaría afirmando que se va a reautorizar, pero con los eventos recientes, los huracanes, las prioridades han cambiado”, indicó García Rodríguez.
En las reuniones que tuvieron junto al cabildero Jerry Weller, asesor de la Asociación de Hospitales de Puerto Rico, los representantes de MMAPA se centraron ayer en el tema de Medicaid.
Las reuniones de los representantes de la industria de salud incluyen – entre ayer y hoy-, a asesores del líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell (Kentucky), del jefe de la minoría demócrata del Senado, Charles Schumer (Nueva York), y del portavoz demócrata en el Comité de Finanzas del Senado, Ron Wyden (Oregón), entre cerca de dos decenas de citas.
Los representantes del Frente por Puerto Rico - que la semana pasada tuvieron cerca de 40 reuniones sobre los reclamos de un mejor acceso a Medicaid - dedican su segunda ronda de visitas a oficinas del Congreso a hablar del tema de la reforma contributiva federal, según la Administración de Asuntos Federales (Prfaa).
Los planes del liderato de la mayoría republicana del Congreso y del presidente Donald Trump son hacer un empuje este otoño a favor de una reforma contributiva federal, que puede impactar la isla. Las autoridades y el sector privado de Puerto Rico buscan insertarse en cualquier legislación que proponga cambios al sistema contributivo federal, para promover la inversión en la isla y proteger los beneficios que ya tienen, incluido los de las Corporaciones de Control Foráneo (CFCs).
Pero, a corto plazo, la atención del gobierno y la industria de la salud de la isla estará este mes en si se reautoriza o se refinancia CHIP. El gobernador Ricardo Rosselló, por ejemplo, tiene reuniones mañana, jueves, en el Congreso que incluirían el tema de Medicaid y a la líder de la minoría cameral, Nancy Pelosi.
“En términos de integrar los fondos de Medicaid a CHIP, se espera por el liderato republicano”, dijo una fuente del Congreso que prevé que el tema llegará – sea a finales de mes o del año-, a manos del speaker Paul Ryan y Pelosi.
La comisionada residente en Washington, Jenniffer González, quien ayer se reunía también con los representantes de la industria de salud, ha indicado que el speaker Ryan le señaló que CHIP es el vehículo ideal para tratar de resolver el agotamiento de los fondos de Obamacare.
La Cámara baja tiene apenas seis
“Hay un entendimiento a nivel del liderato del Congreso de que el tema de Puerto Rico hay que atenderlo” ROBERTO GARCÍA PRESIDENTE DE MMAPA
días más de sesión este mes, pues recesa mañana hasta el 25 de septiembre.
Como el gobierno de Puerto Rico, el mensaje de los representantes de la industria de salud ha acentuado que por lo menos debe extenderse el mismo nivel de asignaciones – unos $1,600 millones-, que ha recibido la isla en fondos de Medicaid.
Pero, las asignaciones que aporta la ley Obamacare, que suman unos $1,200 millones anuales, se agotan en abril, dejando de inmediato un hueco de $369 millones en el presupuesto tradicional de Mi Salud, que es financiado casi un 60% por Medicaid.
“Estados Unidos debe determinar si está dispuesto a proporcionar a Puerto Rico un alivio contributivo adicional sin obtener nada a cambio”, indicaron
Richard Reeves y Katherine Guyot, investigadores del influyente grupo de estudio de la Institución Brookings, en un artículo de opinión en el que acentuaron la grave crisis fiscal de la Puerto Rico.
Para Weller, el cabildero de la Asociación de Hospitales y quien fue congresista republicano por Illinois, el sistema de salud de la isla “se mueve de crisis en crisis”.
“La falta de certidumbre (sobre el financiamiento de Medicaid) limita los servicios”, agregó.
Ante el hecho de que los fondos de CHIP no se terminan hasta finales de año, Weller resaltó que el Congreso suele ponerse las pilas cuando se enfrenta a “fechas límite”.
La semana pasada, el presidente del Comité de Finanzas del Senado, el republicano Orrin Hatch (Utah), dijo que lo primero que tienen que decidir es si reautorizan el programa – lo que supone revisar su funcionamiento-, o se limitan a refinanciarlo.