Énfasis en la edad mental
Especialistas avalan que se evalúe la condición emocional de un menor antes de procesarlo
La propuesta de considerar la edad mental de un menor para determinar si puede ser procesado en un tribunal fue acogida ayer por dos expertos en conducta humana consultados por El Nuevo Día. Se trata de una enmienda del presidente del Senado, Thomas
Rivera Schatz, al proyecto del Senado 489. La pieza busca fijar en 13 años la edad mínima para que un menor pueda ser procesado por faltas, pero en la sesión del martes se anunció que el concepto sería modificado para atender directamente la capacidad mental del menor intervenido.
Para el veterano sicólogo y exdirector de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca) Salvador Santiago resulta una “buena idea”.
“Hay niños que son criados como perritos satos. Si a tu mamá la mataron en el punto y tu padre está preso, tu abuela que no ve bien te crió. Eso significa que te criaste en la calle como un perro realengo. Entonces cometes un crimen porque bregaste en la calle como se brega en la calle. ¿Y quién es culpable? Pues la sociedad misma”, dijo Santiago.
Como parte de su carrera, Santiago trabajó con menores en Estados Unidos. Dijo que el entorno social de un menor puede ser utilizado como atenuante si se determina que debe ser procesado judicialmente.
“Muchos niños cometen crímenes producto de su ignorancia e inmadurez”, dijo. Para la psicóloga clínica Ingrid
Marín, la prueba psicológica es esencial para determinar si un menor está apto para ser procesado en un tribunal.
“Así conoces el coeficiente intelectual y puedes hacer un inventario de su personalidad. Son pruebas que pueden dar luz sobre un posible trastorno psiquiátrico no diagnosticado. Además, en la adolescencia y adultez temprana es que se comienzan a manifestar los trastornos psiquiátricos”, dijo Marín.
Indicó que existe una predisposición entre niños diagnosticados con déficit de atención e hiperactividad de desarrollar el llamado “trastorno negativista desafiante”.
“Son niños que hacen daño a personas y animales, retan a la autoridad y, si no son tratados o si no tienen una estructura familiar, al cumplir la mayoría de edad ese diagnóstico puede convertirse en conducta antisocial”, añadió.
“Tienes menores
de 15 años, pero que realmente son de nueve” SALVADOR SANTIAGO PSICÓLOGO