Al estilo deVanessa Claudio
LA PRESENTADORA PUERTORRIQUEÑA TOMA LA PANTALLA DE TV AZTECA
De la niña que se proyectaba tras bastidores, manejando a personalidades del ámbito deportivo, queda poco, más bien nada.
La puertorriqueña Vanessa Claudio es toda una personalidad frente a las cámaras de Televisión Azteca, la casa laboral que le dio la primera oportunidad en México hace 10 años y de allí no ha salido.
“Me propuse que quería hacer televisión, porque después de haberlo vivido en Puerto Rico ('Se caen de la mata', Wapa), me abrió las ganas de trabajar en eso”.
Cagüeña, de 34 años, y vivaracha natural, la presentadora de los programas “Venga la alegría” y “Venga el domingo” se ha labrado su propio camino a fuerza de hambre, determinación y disciplina.
“Una vez no tenía ni qué comer”, confiesa. “Tenía un pretendiente y cuando íbamos a comer, pedía como si no hubiera mañana, para poder llevarme comida. No sé por qué estoy contando esto, pero fue mi realidad en ese momento y no me arrepiento”.
Vanessa Claudio participó en el certamen Miss Mundo de Puerto Rico en el 2002. No logró el título, pero la experiencia le ganó las fuerzas suficientes para aventurarse a buscar nuevas oportunidades fuera de la Isla.
Tomó sus pertenencias, sus sueños, sus miedos y llegó a la Ciudad de México, “completamente a explorar”.
Lo aprendido como talento de modelaje de la agencia Única la ayudó a sustentarse el primer año. Al segundo año, asistió a dos audiciones que fueron determinantes: una para Televisa y otra para TV Azteca.
Televisa la aceptó para la escuela de actuación, mientras que TV Azteca le ofreció un empleo como reportera dentro de un formato de entretenimiento. Optó por lo segundo.
“Decido irme por el trabajo y desde ese momento soy vetada por Televisa”, comparte.
El mundo giró pronto a su favor, pero el corazón isleño no la dejaba despegarse de estas costas. El “home sickness”, cuenta, la golpeó fuerte.
“En los primeros años para mí fue terrible, terrible, porque soy como el coquí”, dice quien tiene a sus padres y hermanos en Puerto Rico.
“Llevo 10 años acá y no hay diciembre que me regreso y que no lloro”.
“Fue una época de mucho crecimiento; para mí fue difícil porque cuando eres una mujer extranjera es mucho más duro”
Pero el cuento no es tan rosado como aparenta. Aunque las oportunidades las tuvo a manos llenas (novelas, unitarios, 'reality show' y programas de televisión), no faltaron los celos, sobre todo viniendo de otras mujeres, para quienes de pronto representaba una amenaza.
Igualmente en el plano laboral vio como en algún momento la discusión sobre la remuneración económica no era prioridad.
“Como mujer extranjera te cuesta tantito, es bien difícil. Creo que al saber ellos que tienen el control en el sentido de que dependes del trabajo, se aguantan de conversar sobre lo económico”.
Afortunadamente, no se queja. De lunes a viernes, en horario matutino, conduce un programa de televisión, y los domingos está al frente en otro. En medio de ello, le surgen oportunidades para campañas publicitarias, o hasta para ejercer la actuación.
La suerte no ha sido igual en el plano emocional. Esta joven es soltera, pero no cualquier soltera, según ella, “la más codiciada de México”.
“El hombre mexicano es increíble, detallista, pero siento que una mujer tan independiente como yo, da un poco de miedo”, aduce.
“El hombre que amé me dijo 'no es que sea poco hombre, pero me siento poco hombre a tu lado'”.
Ahora quisiera conocer algún caballero que no esté relacionado al medio artístico. De pronto, así se le da. TENDRÁ SU PROPIO CANAL
Vanessa Claudio prepara su propio canal en la plataforma Youtube para compartir sus ideas, gustos y recomendaciones de moda, pero muy a su manera. Nada de formalismos.
“No quiero hablar de moda, sino hablar de estilo”, detalla la imagen de Levi's para una campaña en el mercado de México en redes sociales. “Quiero unir lo que me apasiona mucho, que es la moda, porque al final del día mis inicios fueron en la moda, y desde muy niña adoré los concursos de belleza”.
Un proyecto que la entusiasma de solo mencionarlo sería poder trabajar para la Compañía de Turismo de Puerto Rico en alguna campaña que resalte la Isla.
“Soy una gran embajadora de mi país”.