Terminó el año senior, ¿y ahora qué?
Un nuevo camino se va abriendo ante ti, nuevos retos, nuevas oportunidades y, sobre todo, decisiones que tomar. Una buena transición hacia la universidad incluye definir cuál es tu objetivo una vez recibas ese anhelado diploma. Para la mayoría, el inicio del año senior implica el inicio del camino hacia la universidad, época de transición, de cambios.
Es importante que definas un sentido de dirección hacia tu objetivo universitario. Puedes acercarte a tu consejera escolar para acceder una serie de herramientas que pueden ayudarte a conocer tus fortalezas, tus habilidades y tus intereses profesionales y vocacionales.
Aunque lo anterior es importante, resulta esencial ir desarrollando las destrezas internas que se requieren para garantizar el éxito. Tú eres tu mejor capital, tú eres tu mejor camino, porque todas las respuestas y todo lo que necesitas para lograr tus metas se encuentra dentro de ti. A continuación te comparto algunas de las características más importantes con las que necesitas cumplir para que el éxito sea una consecuencia natural de tu desempeño. 1. Pensamiento positivo. Hay que estar motivado y decidido a cumplir las metas y objetivos. ¿Qué te mueve en la vida? ¿Qué te apasiona? ¡Eso que hace latir tu corazón se llama propósito y por ahí va la cosa! Tus pensamientos crean tu realidad y un pensamiento positivo te va a ayudar a llegar más rápidamente a lograr tus metas. ¡Así que a pensar positivo!
2. Organización. Al llegar a la universidad, la responsabilidad primaria recae en ti. Ya no vas a tener a la maestra que está detrás de ti para que le entregues tus trabajos, o al compañero que te sirve de agenda, o a tus padres que vayan a interceder por ti con el maestro. Con la transición a la universidad, también llega la transición a la vida adulta. Por tanto, organizar tu tiempo será fundamental para alcanzar el éxito en cualquier proyecto que emprendas. 3. Aplicar técnicas de estudio. El refuerzo de las técnicas de estudio te ayudará a sacar un mayor provecho de tu tiempo. El desarrollo de la memoria, la lectura veloz, hacer resúmenes, subrayar y armar cuadros sinópticos son algunas de las herramientas que van a hacer que aprender
sea más sencillo. Así lograrás eficiencia en el manejo de tu tiempo, lo que te permitirá disfrutar de esas actividades de jangueo que tanto te gustan.
4. Desarrollo de hábitos saludables.
Un programa de ejercicios o cualquier otra actividad física que disfrutes es recomendable. El estrés causado por los estudios puede reducirse mediante el ejercicio físico. La sana alimentación también ayuda, fortaleciendo tu sistema inmunológico y te prepara para enfrentar mejor los retos de las largas horas de estudio. Hay que tener las energías al máximo para lograr un rendimiento óptimo.
5. Desarrollar hábitos de estudio y disciplina.
La responsabilidad y la exigencia propia son los rasgos que mejor definen a un estudiante exitoso. Tu mayor competencia eres tú mismo. Aprender a identificar tus fortalezas y debilidades te permite desarrollar destrezas para enfrentarte a los retos. Recuerda que el fracaso solo se alimenta de tus indecisiones y tus miedos.
6. Fortaleza y paciencia. A veces las cosas pueden no salir bien y eso no debe influir en el resto de tus proyectos. Asimilar los errores y levantarse tras un fracaso también contribuirán a que logres tus metas y objetivos. Desarrollar la resiliencia, que es la capacidad de superar la adversidad, te permite ver el mundo de una forma más optimista. Así, las dificultades se convertirán en oportunidades para aprender.
Recuerda que tu futuro es una construcción que vas haciendo tú mismo. Todo depende de ti, por eso necesitas desarrollar destrezas que te permitan enfrentarte a los retos, aprender de los errores, y no darte por vencido ante las dificultades que puedan presentarse.
Tú eres el hacedor de tu futuro, tú eres el capitán de tu barco, y él te llevará allí donde tú decidas ir. Tu mayor reto será transformarte en el ideal que tienes de ti mismo. Apuesta a ti, porque si eres capaz de soñarlo, eres capaz de lograrlo.
Valora el momento presente, pues la felicidad se encuentra en lo que haces. Aférrate a cada momento de tu vida y saboréalo. ¡Naciste para ser feliz! La autora es coach. Esta es una colaboración de A+ Educational & Consulting Solutions.