EDDIE ROSARIO
Reconoce que visita a la isla calentó su ofensiva
Eddie Rosario aprovechó al máximo los días que estuvo en la isla a mediados de abril acompañando a sus Mellizos de Minnesota en su serie de dos juegos ante los Indios de Cleveland.
En adición a disfrutar de su estadía al participar en diferentes actividades con sus compatriotas, tal parece que el jardinero guayamés también vino en busca de calor y energía caribeña para mejorar su desempeño en el plato. Y de acuerdo a sus estadísticas lo consiguió.
Cuando Rosario viajó a Puerto Rico para la serie, su promedio era un anémico .211 con un jonrón y cinco remolcadas en 11 juegos.
Justamente un mes después, el jardinero izquierdo de los Mellizos elevó su promedio a .296 con nueve vuelacercas y 29 remolcadas (líder de todos esos departamentos en el equipo). Durante ese periodo su promedio es de .324 con ocho jonrones y 22 producidas en 28 juegos.
“(Todo comenzó con) Esa semana de ir a Puerto Rico. Antes tuvimos cuatro días libres. El equipo estaba un poco rush y perdido en lo que volvimos a coger el rumbo”, dijo Rosario a El Nuevo Día. “Igual yo. Me sentía así. En lo que empecé a coger el calorcito. Empecé a ver más juegos y comencé a sentirme mejor en el plato”.
Coincidencia o no, lo cierto es que al igual que la mayoría de los jugadores caribeños, Rosario mejora su nivel de juego a medida que las temperaturas van en aumento.
Por lo general, las estadísticas de Rosario en las cuatro temporadas —que ha estado en las Mayores— comienzan a ascender en mayo y alcanzan su mejor nivel en julio.
“Me he calentado de acuerdo al clima. Me he sentido mucho mejor. Tengo más flexibilidad, más agilidad en el juego. Mi cuerpo ya no se siente como si estuviera congelado. He seguido la misma rutina del año pasado. Todo ha salido muy bien”, agregó Rosario, quien en el 2017 promedió .269, .291 y .321 entre mayo, junio y julio.
Rosario ha comenzado a hervir la olla más temprano de lo usual. Hasta ayer, el bateador zurdo promediaba un robusto .393 este mes con seis cuadrangulares y 15 remolcadas. Su porcentaje en base está en .413 y su OPS en 1.200, los más altos de su carrera desde su debut en el 2015.
MÁS CONFIADO EN EL PLATO
El boricua tiene una explicación. Con más experiencia y madurez, está lidiando mejor el proceso de enfrentarse a los lanzadores de Grandes Ligas. “Es cuestión de coger confianza. Sentirte que confías en ti mismo. Dejar que tu talento fluya solo. El año pasado tuve mucha confianza y ya veo normal a los pitchers de Grandes Ligas”, admitió el jugador de 26 años. “Eso es algo bien difícil, acoplarse a los pitchers que te enfrentas. Es seguir la misma rutina. No cambiar nada. Día a día, juego por juego”.
Un dato que confirma lo expresado por Rosario es el hecho de que está siendo más selectivo en el plato. Su cuota de ponches ha ido bajando en comparación al año pasado y los boletos gratis han aumentado, aunque aún hay espacio para mejorar en ambas facetas.
“Estoy teniendo buenos turnos. Es algo sencillo: no hacer swing a bolas malas. Buscar un buen pitcheo para darle duro y hacer buen contacto. Estoy siendo más selectivo y más inteligente en el plato.
“Me he calentado de acuerdo al clima. Me he sentido mucho mejor. Tengo más flexibilidad” EDDIE ROSARIO JARDINERO DE LOS MELLIZOS
Pensar en el pitcher y en lo que va a tirar. Si tira de esta manera, de qué forma voy a estar swigueando. Pienso en usar todo el parque. Me estoy ponchando menos. Es tener confianza en el home plate y no paniquearse. Estar ready para cualquier pitcheo”, dijo el puertorriqueño, quien suma 31 ponches en 39 juegos.
Rosario, seleccionado por los Mellizos en la cuarta ronda del sorteo del 2010, viene precisamente de su mejor campaña en las Mayores. En el 2017 finalizó con promedio de .290 con 27 bambinazos y 78 remolcadas. Pegó 157 imparables en 151 partidos.
Rosario indicó que está listo para superar todas esas estadísticas.
“Estoy listo para tener mi mejor temporada en las Grandes Ligas si sigo como voy. No cambiar nada, dejar que el año fluya”.
ESPERA UNA REACCIÓN
Por otro lado, Rosario le restó importancia al hecho de que su equipo no está jugando un béisbol consistente y resaltó que apenas están separados por juego y medio de la primera posición en la Central ocupada por los Indios. Minnesota tiene marca de 18-21.
A su vez, se mostró confiado en que su compatriota José Berríos se mantenga sólido en la lomita.
“No estamos mal. Ya mismo nos empiezan a llegar los peloteros que han estado lesionados y el equipo va a empezar a mejorar. Yo espero que empecemos a coger buen ritmo. Berríos es bien importante en la rotación. Es una de nuestras armas. Se está concentrando y divirtiendo. Lo veo muy bien”, concluyó el jardinero.