Repasa tormento diario “ignorado”
Día a día nuestros autos son castigados con inmensos hoyos en las carreteras. Perdemos dinero en llantas, suspensión, amortiguadores. Día a día escuchamos sobre la gran cantidad de accidentes y yo me pregunto: ¿cuántos estarán asociados a un conductor tratando de esquivar un hoyo y perdiendo el control de su auto?
Día a día nos enfrentamos al peligro que supone cruzar, en auto o a pie, por una intersección con semáforos inservibles. Y yo me pregunto: ¿cuántos accidentes estarán asociados a la irresponsabilidad del DTOP al no dar carácter de urgencia al problema de la falta de semáforos?
Día a día conductores y peatones pasan cerca de un poste que durante ocho meses ha desafiado la ley de gravedad y amenaza con caer en cualquier momento. Muchos, como yo, pasamos con una plegaria en nuestros labios: “Dios, que no se caiga ahora”. Ya sabemos de muertes a causa de esto. Pero no ha sido suficiente para despertar en el gobierno un sentido de emergencia. Es que la vida del pueblo aparentemente les vale sólo un noviembre cada cuatro años.
No hablemos de las familias que hoy, después de ocho tormentosos meses, aún carecen de techo y de energía eléctrica. Esto, aparentemente, tampoco es emergencia para un gobierno que mira para otro lado y no atiende la verdadera emergencia. Es un gobierno que apuesta a los fanáticos, que sin importar lo que hagan, volverán a sentarlos en las mismas sillas, con el mismo poder y la misma indiferencia.