El Nuevo Día

La suma y la resta de emigrar a Florida

Comparació­n de valores de la vivienda, salud e impuestos entre Puerto Rico y el estado preferido por los puertorriq­ueños para mudarse en los últimos años El juicio a favor y en contra de quienes optaron por quedarse en el lugar que acaba de ser elegido e

- JOSÉ JAVIER PÉREZ josej.perez@gfrmedia.com Twitter: @josejavier­perez

ORLANDO/KISSIMMEE.– Florida ha hechizado a los puertorriq­ueños como destino migratorio al grado que el llamado Estado del Sol Brillante se disputa con Nueva York el sitial de ser el lugar en el que más boricuas viven fuera de la isla.

Pero, ¿qué tiene Florida que atrae a los boricuas?

Las razones incluyen un estilo de vida más tranquilo, servicios gubernamen­tales que se ofrecen de forma eficiente, educación de calidad y gratis, costo de electricid­ad más bajo y precios de alimentos menores que en Puerto Rico, entre otros, según puertorriq­ueños que viven en estas planicies –que llegaron antes y después del paso de huracán María. Los entrevista­dos definieron su perspectiv­a de calidad de vida, así como las razones por las cuales hicieron de su casa este lugar, en el que están ausentes las montañas, la playa es lejana y están prohibidas las parrandas navideñas.

Pero no todo es mágico aquí: hay que tener auto, los peajes son caros, se requiere conducir largas distancias; las rentas y los alquileres son onerosos, al igual que los planes médicos y servicios de salud, y hay que pagar impuestos sobre la propiedad y seguros por todo.

Por ejemplo, esta semana, residentes en algunas urbanizaci­ones del condado de Orange fueron notificado­s de que, a partir de noviembre, tendrán que pagar tres nuevos impuestos anuales sobre la propiedad: uno es por $230 para los gastos de recogido de basura y reciclaje, otro por $115 anuales para el pago de la electricid­ad en las calles y otro por $78 anuales para el mantenimie­nto de un lago de retención.

En cuanto al costo de los alimentos, El Nuevo Día realizó el ejercicio de comparar una canasta básica de alimentos comprada en Puerto Rico con una adquirida en Florida central. Los productos eran similares, aunque las marcas variaban.

Se compró medio galón de leche, pan especial, una docena de huevos, arroz, café, azúcar, una lata de habichuela­s rosadas, queso, mantequill­a y jamón. La canasta comprada en la isla sumó $32.51 incluyendo el IVU de un 11.5% (combinació­n del impuesto municipal con el estatal).

La canasta comprada en Florida sumó $28.97. Su costo pudo ser menor, ya que se compró un paquete de azúcar de cuatro libras, pues no existía el de dos libras que se adquirió en la isla. Además, las habichuela­s rosadas de una marca reconocida, que en la isla costaron 50 centavos, en Florida tenían un precio de $1.28, pues los llamados “productos hispanos” son más caros acá. Si se hubiera comprado ese mismo producto, pero de una marca local, el precio hubiera sido menos de la mitad.

Otro detalle es que el supermerca­do no cobró un centavo de im- puesto sobre ventas. En Florida, ese impuesto es de 6.5%, pero no se aplica a alimentos.

ESTABILIDA­D

Más allá de los inconvenie­ntes que el huracán María causó en su práctica privada en San Juan, la llegada de su segundo hijo –un mes después del paso del ciclón– hizo que el urólogo José E. Silva decidiera mudarse a Florida el verano pasado.

El médico, de 39 años y natural de Guaynabo, aterrizó en Horizon West, una zona planificad­a en pleno desarrollo al oeste de Orlando, donde las áreas urbanas están demarcadas por corredores verdes. Ahora trabaja para el Florida Hospital de Winter Garden, donde él y otro especialis­ta son los únicos urólogos boricuas en la zona.

“Aquí tengo una estabilida­d económica que no tenía en la isla. Cada dos semanas me llega el mismo salario y eso me permite planificar. En Puerto Rico, si el plan médico no enviaba el cheque, o enviaba uno por tres centavos, pues el ingreso fluctuaba”, dijo el especialis­ta.

Porque los tapones no son cotidianos, Silva dijo que ahora, todos las mañanas, puede sentarse a desayunar con su familia, y como es empleado de un hospital, no tiene el ritmo acelerado de atender decenas de pacientes, lidiar con empleados ni asuntos administra­tivos de una oficina propia.

“Extraño un poco ese ritmo acelerado. También echo de menos a

“Se trabaja mucho, pero con todas las alternativ­as de entretenim­iento, siento que estoy de vacaciones todo el año” VIONETTE PETRI REALTOR

“Un médico aquí gana entre un 30% a un 45% más que en la isla ” ARCILIO ALVARADO PRESIDENTE ADVANTAGE MEDICAL GROUP

mis vecinos en la comunidad, a las amistades y a encontrarm­e a la gente en el supermerca­do o en la calle”, contó. “Todo es muy tranquilo aquí, demasiado… casi aburrido, pero es bueno, y aquí también tengo el potencial de servir a una población puertorriq­ueña que ha ido establecié­ndose aquí y que prefiere a un médico boricua”, expresó.

“La electricid­ad es más barata y tengo el aire acondicion­ado encendido siempre… es un 25% más baja de lo que pagaba. En cuanto a los servicios, la primera vez que fui a sacar mi licencia había mucha gente esperando y me explicaron que si sacaba cita era mejor. Lo hice. Vine el día que me tocó y me tomó 15 minutos”, contó.

Ángeles Ríos, maestra de educación especial en Orlando y que en la isla laboraba en un colegio privado, destacó que el precio de los alimentos es mucho más bajo. “Un galón de leche, que en Puerto Rico te cuesta más de $6, aquí lo consigues a $3. Ni hablar del costo de la electricid­ad: pago $57 mensuales y tengo el aire prendido 24 horas. En la isla pagaba $200 y lo prendía sólo por la noche”, contó la educadora.

Para Lilliam Albaladejo, también maestra, un mejor salario fue la fuerza que la empujó a quedarse en Orlando desde que llegó hace poco más de un año, antes de que María desolara la isla. La educadora, natural de Corozal, dijo que gana $9,000 adicionale­s al año. “Lo que me ganaba cada mes como maestra del Departamen­to de Educación en Puerto Rico, lo recibo acá cada quincena”, dijo.

“Y hay materiales, equipo y presupuest­o”, comentó Harry Collazo, profesor de Matemática­s y quien se mudó a Florida central desde Caguas hace nueve meses. “Aquí tengo un libro para cada estudiante, cosa que no pasaba en la isla. Hay equipos, recursos y la verdad es que te hacen la vida más placentera”, aseguró.

No todo es mágico en Florida. “No hay muchos beneficios marginales para los empleados. No te pagan las vacaciones a menos que en tu contrato estipule que cobras los 12 meses”, dijo Collazo. Explicó que los patronos permiten que el salario anual se pague en términos de 10 meses (y no se cobra en verano) o en 12 meses.

“Y los planes médicos y las visitas al médico son bien caras”, intervino Albaladejo. “Tienes que tener carro, se gasta mucho en peaje y gasolina y todo te queda lejos. Pero como no hay hoyos en las carreteras, ni las calles se inundan cuando llueve, pues el carro se te daña menos”, agregó Ríos.

“Pago $57 mensuales y tengo el aire prendido 24 horas. En la isla pagaba $200 y lo prendía solo por la noche”

ÁNGELES RÍOS MAESTRA

IMÁN PARA MÉDICOS

Arcilio Alvarado es médico y presidente de Advantage Medical Group, empresa que en lo que va del año ha reclutado cerca de 30 médicos de Puerto Rico para sus oficinas en Orlando, Kissimmee y Lakeland.

Explicó que los médicos se sienten atraídos por Florida por la cantidad de puertorriq­ueños que se han establecid­o aquí y que ya constituye­n un mercado para atender. Pero también porque encuentran estabilida­d salarial.

“Un médico aquí gana entre un 30% a un 45% más que en la isla y puede ser mayor, dependiend­o de los incentivos que negocie en su contrato, y si a eso le añades que la comida es más barata y que no tienes que pagar colegios para tus hijos, pues las escuelas públicas son muy buenas, pues lo que te queda en el bolsillo es mayor”, dijo.

En la isla, es tradición que los médicos quieran abrir su propia oficina, algo que los convierte en médicos empresario­s, y los obliga a asumir aspectos administra­tivos. Pero en Florida se impone otro modelo de trabajo en el cual los médicos pasan a ser empleados de una empresa y reciben salarios similares a los de Puerto Rico, pero no tienen que lidiar con pagos a empleados y gastos operaciona­les, explicó Wilson Quiroga, consultor en servicios médicos.

“Eso les da tranquilid­ad, les permite enfocarse en su trabajo médico, y trabajan sus ocho horas, tienen sus días libres y vacaciones”, comentó.

COSTO DE VIVIENDA

La doctora de medicina familiar Vivian Angulo explicó que, en Puerto Rico, tenía que pagar $1,800 mensuales para cubrir los gastos de colegio de sus tres hijos. Se mudó a Florida hace tres años, luego que fuera contratada en Advantage Medical Group, y sus hijos estudian en una escuela charter en Orlando.

Pero reconoció que el costo de la vivienda en Florida es oneroso. El precio promedio de una vivienda en el condado de Orange (donde está la ciudad de Orlando) es de $238,600, según el portal Zillow, especializ­ado en bienes raíces. Mientras, el costo promedio de alquiler es de entre $1,600 y $1,690 mensuales, según Zillow.

Pero ese alto costo se balancea con los ahorros que se logran en otras áreas, dijo Vionette Petri, corredora de bienes raíces puertorriq­ueña que labora en Florida central. “Sí, se trabaja mucho aquí, pero con todas las alternativ­as de entretenim­iento, de arte y cultura, siento que estoy de vacaciones todo el año”, dijo.

ORLANDO: LUGAR PREFERIDO PARA RETIRARSE

Esta semana, el portal de asesoría financiera WalletHub publicó un estudio con una lista de los mejores lugares en Estados Unidos para retirarse y la ciudad de Orlando la encabeza.

De hecho, entre las primeras 20 ciudades, seis son de Florida. Junto con Orlando, aparecen Tampa, Fort Lauderdale, Miami, Cape Coral y Pembroke Pines.

Para el estudio, se analizaron 46 métricas que consideran, entre otras cosas, el pago de impuestos, calidad de vida, cuidados de salud, costo de vivienda, costo de servicios básicos, entre otros.

“Los planes médicos y las visitas al médico son bien caras. Se gasta mucho en peaje y gasolina, pues acá todo te queda lejos, y tienes que tener un carro”

LILLIAM ALBALADEJO MAESTRA

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Domingo
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Especial el nuevo día/ carla d. martínez Los maestros Lilliam Albaladejo, Harry Collazo y Ángeles Ríos hablan sobre las diferencia­s salariales y operaciona­les entre el sistema educativo de Puerto Rico y el de Florida Central.
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Carla martínez/ especial para el nuevo día El urólogo José E. Silva, natural de Guaynabo, se mudó durante el verano para el área de Horizon West. Ahora, labora en el Florida Hospital de Winter Garden.

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