El Nuevo Día

SU FE Y EL DESEO batallan contra el párkinson

-

Hace 15 años, mientras preparaba un arreglo en su floristerí­a de Río Grande, Nydia Casillas comenzó a sentirse rara y con un nerviosism­o súbito. Ante la incertidum­bre de no saber qué le sucedía, decidió sacar una cita con un neurólogo en San Juan. Luego de muchos análisis, el médico la citó y le dio la noticia: sufría de la enfermedad de Parkinson.

“En ese momento, mi vida se desplomó. No es fácil recibir una noticia de esa índole”, comenta Casilla, fundadora de la floristerí­a Nydia Wholesale, en 1965. Sin embargo, sus deseos de vivir la llevaron a cambiar su forma de pensar. “Acepté la situación y decidí trabajar con ella. Me metí en la cabeza que, a pesar de que la enfermedad estaba en mi cuerpo, yo la iba a dominar. Y la he dominado hasta el momento. La enfermedad me podrá matar, pero no es más grande que yo”.

Cuando fue diagnostic­ada con la enfermedad, comenzó a tomar los medicament­os carbidopa y levodopa cuatro veces al día, los cuales le redujeron los síntomas que le generaba la condición como los temblores, la rigidez en el cuerpo y la pérdida del equilibrio, entre otros. Sin embargo, había otros síntomas que afectaban dramáticam­ente a la paciente de 79 años, como el no poder dormir por las noches. “Me acostaba en las noches y no sentía sueño. Solo miraba al techo y le decía a Dios, ‘mejor llévame contigo’. Era terrible”, relata.

Sin embargo, hace unos meses su actual médico, el doctor Ángel Viñuela, le habló de un nuevo tratamient­o. Se trata de una máquina conectada al intestino a través de un catéter, que le suple el medicament­o líquido levodopa por 16 horas al día de forma constante. De esta forma, se elimina el medicament­o por boca. Los resultados del tratamient­o conocido como Duopa no se hicieron esperar. Doña Nydia comenzó a dormir toda la noche hasta realiza las labores domésticas como lavar ventanas y ayudar en la floristerí­a, que hoy día es administra­da por su sobrino, Omar.

“El apoyo de la familia es los más importante. Ellos han estado al lado mío en todo momento y, cuando necesito algo de ellos, siempre están ahí. Eso incluye a Omar y a su esposa, así como a mi sobrina Yarimer, y el resto de los familiares”.

Además de la fortaleza mental y las ganas de vivir que tiene doña Nydia, su fe en Dios la ha llevado a superar todos los obstáculos que le ha presentado el párkinson. “Es muy difícil vivir con movimiento­s involuntar­ios todo el tiempo. No es fácil vivir con esta condición por 15 años. Pero mi Dios es tan bueno, es soberano, es único y sabe mi tiempo”, alaba Casillas. “Ya mismo cumplo 80 años y no ha sido fácil, pero con la fortaleza de Dios he podido seguir adelante. Dios es bueno y es misericord­ioso. Le digo a las personas que lo busquen, para que haya paz en sus vidas”.

Para más informació­n, llama a la Línea Muévete por el Parkinson, de apoyo a pacientes: 1-866-642-7435, o accede la página web: www.parkinsonp­r.com.

 ??  ?? Amparada en su filosofía de vida y en su familia, a doña Nydia, el párkinson no la detiene.
Amparada en su filosofía de vida y en su familia, a doña Nydia, el párkinson no la detiene.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico