Brasil moviliza cuerpos militares ante violencia en la frontera
Ciudadanos de un pueblo brasileño se manifestaron en contra de los inmigrantes venezolanos en el lugar
RÍO DE JANEIRO.— Residentes en la ciudad de Pacaraima, en el norte de Brasil, atacaron a inmigrantes venezolanos este fin de semana, después de que un comerciante local fue víctima de un robo, apuñalado y golpeado en un incidente atribuido a cuatro migrantes, según las autoridades.
Pacaraima, en el estado de Roraima, es un importante paso fronterizo con Venezuela, donde el caos económico y político llevó a decenas de miles de personas a emigrar a Brasil en los últimos años.
Luego de una manifestación el sábado para protestar por el ataque al comerciante, grupos de residentes recorrieron la ciudad arrojando piedras a los migrantes y prendiendo fuego a sus pertenencias.
Ante esto, el Ministerio de Seguridad Pública brasileño planea enviar al menos 60 efectivos de la selecta Fuerza Nacional a Pacaraima, informó ayer la agencia de noticias oficial Agencia Brasil. De momento el ministerio no respondió las llamadas en busca de detalles.
Asimismo, el presidente de Brasil, Michel Temer, se reunió ayer con varios de sus ministros para tratar los ataques del sábado contra campamentos de inmigrantes venezolanos, informaron fuentes oficiales.
Según la policía, el comerciante, que fue asaltado el viernes en la noche, está hospitalizado y se encuentra estable.
El gobierno del estado de Roraima estima que más de 50,000 refugiados venezolanos cruzaron la frontera y duermen en albergues o a la intemperie, en carpas, plazas y calles. Esto supone casi el 10% de la población del estado, 520,000 habitantes.
Para huir de la violencia, cientos de migrantes cruzaron la frontera de vuelta a Venezuela, explicó la policía. En un video publicado en el cibersitio de noticias G1, puede escucharse a un hombre gritando “Fuera. Fuera. Vuelvan a Venezuela”.
Wandenberg Ribeiro Costa, uno de los organizadores de la manifestación del sábado, dijo a G1: “Hemos expulsado a los venezolanos”.
Claudio Lamachia, presidente de la Asociación de Abogados de Brasil, dijo en un comunicado que la violencia registrada en Pacaraima “expuso el drama humanitario que afecta a nuestros vecinos (...) que está intentando mejorar sus vidas y sobrevivir”.
“El estado de Roraima no tiene las condiciones para albergar a todos los inmigrantes”, señaló, apuntando que cada día llegan a la región cerca de 800 venezolanos.
Ante la crisis, en los últimos meses las autoridades intentaron limitar
los servicios a los venezolanos y cerrar temporalmente la frontera. El gobierno federal y los tribunales impidieron estas propuestas.
Milene de Souza, voluntaria en una iglesia evangélica, dijo a The Associated Press por teléfono que la situación es desesperada.
“El mundo tiene que ver lo que está ocurriendo aquí, donde nadie sabe qué hacer”, dijo, añadiendo que a diario ayuda a ingenieros, médicos, abogados y otros profesionales venezolanos que ahora duermen en la calle “con sus diplomas escondidos bajo la almohada”.
ACCIÓN GUBERNAMENTAL
Las autoridades brasileñas estiman que en el último año y medio han entrado a Brasil por vía terrestre unos 50,000 venezolanos y que cerca de 400 cruzan diariamente la frontera.
De ese número total, la mitad se encuentran en Boa Vista, la capital de Roraima, estado declarado en “situación de vulnerabilidad” desde el pasado 15 de febrero por Temer, que incluyó la puesta en marcha de una serie de medidas humanitarias.
Sin embargo, el gobierno de Roraima considera esas iniciativas insuficientes y en la víspera pidió un refuerzo policial para la región y volvió a solicitar el cierre temporal de la frontera ante la saturación de los servicios públicos.
Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro expresó su preocupación por las “informaciones que confirman ataques a inmigrantes venezolanos” y pidió a ese país tomar medidas de “resguardo” de sus nacionales.
En un comunicado difundido ayer, la Cancillería venezolana también expresó su preocupación por los “desalojos masivos” de sus “connacionales, hecho que violenta normas de derecho internacional además de vulnerar sus derechos humanos”.
Por estos hechos, la Cancillería venezolana ha dicho que solicitó al Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil “las garantías correspondientes a los nacionales venezolanos y tomar las medidas de resguardo y seguridad de sus familias y enseres”.
La Cancillería, que manifestó su “disposición de coordinación con las acciones que las autoridades brasileñas consideren necesarias”, indicó que “aboga por la promoción y respeto del derecho internacional sin discriminación”.