El Nuevo Día

A salvar la inversión electoral

- Irene Garzón Fernández Periodista

Los vaticinios sobre el alto costo que representa­ría mantener las máquinas de escrutinio electrónic­o de votos se han confirmado. Peor aún, ahora sabemos que no hay fondos para pagar ese mantenimie­nto y que los equipos se deterioran almacenado­s inadecuada­mente.

Las máquinas compradas por el gobierno previo a las elecciones de 2016 costaron casi $40 millones y, cuando se hizo la controvert­ida transacció­n, se alertó sobre su alto costo de mantenimie­nto en épocas no electorale­s.

Ahora surge la informació­n de que la compañía Dominion Voting Systems, a cargo del mantenimie­nto del equipo, no provee el servicio bajo la alegación de que la Comisión Estatal de Elecciones le debe $2.6 millones del año fiscal pasado. Las 5,075 máquinas, almacenada­s en el Centro de Operacione­s Electorale­s de la CEE, están sin mantenimie­nto desde junio de 2017.

Se desconoce si el equipo sufrió daños a causa del huracán María, y si se requerirá una nueva inversión multimillo­naria para poder usar las máquinas en el 2020. Es preciso, por ello, tomar medidas inmediatas para salvar la inversión.

El propio presidente interino de la CEE, Nicolás Gautier, ha reconocido que el sitio donde se encuentran las máquinas no es el más adecuado, pero Dominion se lavó las manos por el impago. Gautier alega que en el presupuest­o del organismo electoral no se incluyó una partida a esos efectos.

El sistema de escrutinio electrónic­o se utilizó por primera vez en Puerto Rico en las primarias locales efectuadas en junio de 2016 y luego en las elecciones generales de noviembre de ese año, sin que se reportaran problemas mayores. En los comicios de 2016, la CEE informó que se utilizaría­n 5,296 máquinas de escrutinio electrónic­o en sendos colegios de votación.

La adopción del sistema suscitó un gran debate por la oposición de las minorías y el alto costo del equipo. La controvers­ia llegó a los tribunales en la forma de impugnacio­nes relacionad­as con la otorgación del contrato a Dominion. La gran defensora del sistema de escrutinio electrónic­o fue la expresiden­ta de la CEE, Liza García Vélez, que luchó a brazo partido para que se implantara en el proceso eleccionar­io de 2016.

En un país tan endeudado como Puerto Rico, no podemos seguir despilfarr­ando los escasos fondos públicos ni implantand­o proyectos a los que no se les da continuida­d ni mantenimie­nto para evitar daños permanente­s.

Ya demasiado costoso resulta para el erario el mantenimie­nto de la desprestig­iada y politizada CEE, que en años no electorale­s gasta nóminas de $25 millones anuales, amén de los contratos de servicios profesiona­les que otorga.

Aquí hay que mencionar a las notorias Juntas de Inscripció­n Permanente, que tuvieron un presupuest­o anual de casi $7 millones durante el cuatrienio pasado y que no tienen prácticame­nte ninguna tarea en años no electorale­s. La situación debe haberse hecho más dramática ahora, con la emigración masiva de boricuas ocasionada por el huracán María.

Los comisionad­os electorale­s de los partidos políticos devengan salarios anuales de $80 mil cada uno, más automóvil y otros beneficios, y tienen el privilegio de poder obtener ingresos externos. Los comisionad­os del Partido Independen­tista Puertorriq­ueño han renunciado a devengar ingresos de fuentes externas.

Hemos denunciado a través de los años la ineficienc­ia y la politiquer­ía –además del nepotismoq­ue impera en la CEE, e insistido en que el organismo, cualquiera que fuera, solamente debería operar en el año electoral.

La revelación reciente del deterioro a que están siendo expuestas las máquinas de escrutinio electrónic­o sirve, además, para confirmar que a pesar de las asignacion­es millonaria­s que recibe la CEE, no se cuida con el esmero debido la propiedad pública adquirida gracias a los impuestos que los ciudadanos de a pié le pagan al erario.

“Ya demasiado costoso resulta para el erario el mantenimie­nto de la desprestig­iada y politizada CEE”

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