El Nuevo Día

“Nerds” sofisticam­os el béisbol

- VICENTE FELICIANO Economista

Hace unos años leí Moneyball, el libro que popularizó el uso de las matemática­s en el béisbol. Fue como si se abrieran los cielos y me llegara una revelación. Los Atléticos de Oakland tenían resultados muy positivos, inconsiste­ntes con su bajo nivel de nómina. Era obvio que estaban utilizando una mejor metodologí­a que les permitía un uso efectivo de sus limitados recursos financiero­s.

Un equipo armado con las técnicas de hoy día anotaría muchas más carreras que los equipos de antaño si se enfrentara a una defensa armada con las ideas del pasado pre-sabermétri­co. Hoy día se le da menos importanci­a al promedio de bateo. Los conceptos de “on-base percentage” y “slugging” son mejores para explicar las carreras anotadas por un equipo.

El efecto práctico es colocar a Brett Gardner como bateador abridor en la alineación de los Yankees a pesar de su bajo promedio de bateo. Gardner recibe muchas bases por bola, por lo que tiene un buen “on-base percentage”.

Hace tiempo que no se usan juegos ganados para medir si un lanzador abridor es bueno, particular­mente si milita en un equipo que no batea. Así pues, Félix Hernández ganó el premio Cy Young de la Liga Americana con un récord modesto de 13 ganados y 12 perdidos, pero un impresiona­nte récord de 2.27 carreras limpias por juego.

Ahora se entiende que, en términos generales, más allá de 100 lanzamient­os y cuando el lanzador va pasando por la alineación de bateo por tercera vez, su efectivida­d va bajando. Por lo tanto, hoy los equipos son armados con lanzadores que van cinco o seis entradas. En vez del bateador enfrentars­e a un lanzador cansado en la séptima entrada se enfrenta a un relevista que tira sobre 95 millas por hora.

Por lo tanto, aumentó la importanci­a de evaluar bien a un relevista. Si un relevista entra con las bases llenas y dos outs, permite un doble y luego cierra la entrada, su récord es de cero carreras limpias. Por eso, para medir un relevista se necesita medidas como el WHIP (promedio de bases por bolas más hits por cada entrada lanzada). Énfasis en métricas nuevas le permitiero­n a los Kansas City Royals conformar un equipo de relevistas sólido (Kelvin Herrera, Wade Davis y Greg Holland) camino a la Serie Mundial.

Y si un jugador tiene un historial de batear rolas siempre por la misma zona, entonces hace sentido utilizar el “shift” del cuadro interior. Contra cuál bateador utilizar el “shift” es resultado de un análisis matemático.

La valorizaci­ón de una propiedad requiere una inspección visual. Sin embargo, está fundamenta­da en cálculos matemático­s como el tamaño del terreno y los pies de construcci­ón. Nadie compra una propiedad solamente basado en el ojímetro. En el béisbol, los tiempos del ojímetro pasaron.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico