El Nuevo Día

Llamado a la inclusión comunitari­a

Critican se anuncie un programa de vales sin auscultar la verdadera necesidad

- LAURA M. QUINTERO laura.quintero@gfrmedia.com Twitter: @lauquinter­odz

La vigilancia de las comunidade­s es quizá el factor más importante para garantizar que los $73,000 millones, que se proyecta reciba Puerto Rico para la recuperaci­ón del desastre por el huracán María, sean destinados a las personas más perjudicad­as.

Así lo comentaron los activistas por los derechos de los damnificad­os en Texas, quienes visitaron Puerto Rico, invitados por Espacios Abiertos, para compartir su experienci­a organizand­o a las comunidade­s en el proceso de recuperaci­ón de los huracanes Katrina, Ike, Dolly y Harvey, que azotaron el estado sureño entre 2005 a 2017.

“Si las personas no están involucrad­as en el proceso, entonces el gobierno y, principalm­ente, los consultore­s que no son de aquí, decidirán adónde va el dinero”, puntualizó el codirector de Texas Housers, John Henneberge­r.

Para evitar que el dinero se malgaste en proyectos que poco benefician a la población más pobre y perjudicad­a, “es vital que los ciudadanos se involucren para garantizar que el gobierno responda a sus intereses y que el proceso sea justo y realmente logre la ayuda para las personas”, agregó.

El ejemplo de acción comuni- taria ocurrió en las colonias del Valle de Río Grande, donde los residentes participar­on de las vistas públicas, reuniones municipale­s y reuniones con congresist­as, y su persistenc­ia les garantizó una inversión de $800 millones en el área.

La coordinado­ra de los esfuerzos de organizaci­ón comunitari­a de La Unión del Pueblo Entero (LUPE), Marta Sánchez, comunicó que una de las principale­s lecciones es que las organizaci­ones se tienen que aliar para tener poder político, además de incluir a la gente local a modo de ganar la confianza del sector.

MAL EJEMPLO

A todo lo anterior, Henneberge­r agregó que el anuncio que hizo el gobernador Ricardo Rosselló, el jueves, de otorgar vales de hasta $50,000 para que las personas compren una casa nueva o paguen la que tienen, es un ejemplo clarísimo de la escasa voluntad para escuchar a la gente.

“Hay personas que sufren en este momento cuyas necesidade­s deben ser atendidas, que viven en una crisis inmediata, antes de que empecemos a dar a las personas $50,000 para el pronto para comprar casas nuevas, o perdone Dios, que permitamos que la gente compre una segunda casa con el dinero”, sentenció.

El codirector de Texas Housers opinó que la urgencia de la fiscalizac­ión y participac­ión comunitari­a estriba en que “(el gobierno) se escucha a sí mismo; es una sala insonoriza­da de expertos, burócratas y consulto- res”, lo que constituye una fórmula de inversione­s ineficient­es. Entonces, cuestionó si el gobierno en Puerto Rico aceptará el reclamo por mayor democracia, o si rehusará a ello para ejecutar el programa de fondos de Desarrollo Comunitari­o para la Recuperaci­ón del Desastre (CDBG-DR) como una operación de clientelis­mo político.

“Es vital que los ciudadanos se involucren para garantizar que el gobierno responda a sus intereses” JOHN HENNEBERGE­R TEXAS HOUSERS

“Hay que ocupar gente local que ya trabaja en las comunidade­s” MARTA SÁNCHEZ LUPE

 ?? Vanessa.serra@gfrmedia.com ?? De izquierda a derecha, los activistas tejanos Josué Ramírez, Marta Sánchez y John Henneberge­r.
Vanessa.serra@gfrmedia.com De izquierda a derecha, los activistas tejanos Josué Ramírez, Marta Sánchez y John Henneberge­r.

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