El 'sophomore jinx' a la borincana
A pocos días del canto de 'pleibol' en las Grandes Ligas, los puertorriqueños centrarán su atención en las actuaciones de sus noveles de oro-plata-bronce de la pasada campaña: Carlos Correa y Francisco Lindor, 1-2 en la votación de ' Rookie of the Year' en la Liga Americana; y Eddie Rosario, que terminó sexto, por el llamado ' sophomore jinx', algo así como el maleficio-de-segundo-año por la sencilla razón de que los 'scouting reports' de los otros teams son más abarcadores y efectivos.
Los dos siores y el jardinero, pues, no tienen más remedio que enfrentarse a este cuarto bate de la tradición, que según 'Bleacher Report' afecta a casi un 40 por ciento de los novatos que se destacaron en su temporada inicial.
Ya ha sucedido con dos boricuas que ganaron el galardón: los receptores Sandy Alomar, Jr., y Geovanni Soto, en 1990 y 2008 respectivamente; y con Cheíto Cruz, que acabó detrás de No- mar Garciaparra, en 1997.
Alomar, por ejemplo, que había sido cambiado de San Diego a Cleveland junto con Carlos Baerga y Chris James por Joe Carter, tuvo estadísticas de .290, nueve jonrones y 66 impulsadas en 132 juegos; y en 1991 solo participó en 51 partidos, por lesiones, con .217, cero vuelacercas y siete empujadas.
Por su parte, Soto, entonces con los Cachorros de Chicago, se llevó el trofeo con .285, 23 cuadrangulares y 86 remolcadas; pero en 2009 descendió a .218, 11 y 47 en 102 encuentros.
El caso de Cheíto con Seattle y Toronto, empero, no fue tan malo: .248, 26 y 68 en 1998 y .253, 11 y 42 en 1998, ya fijo con los Azulejos.
Sin embargo, ha habido una excepción a la regla: Peruchín Cepeda, vencedor en 1958 con los Gigantes de San Francisco: .312, 25 y 96; elevando a .317, 27 y 105 en 1959, lo que demuestra que el 'sophomore jinx' no es infalible...