“El terreno está fértil para la elección de Donald Trump”.
la sangre” ante la oposición de la maquinaria derechista al ascenso de Trump a la nominación presidencial. La convención de Trump corrió con más serenidad de la que se esperaba. En cambio, en el lado demócrata, los seguidores de Bernie Sanders han sido muy vocales y resistentes al tener que acpetar que la “revolución política” que encabezó el senador por Vermont ya acabó.
Y eso que solo podemos hablar de lo que las cadenas de televisión estadounidenses decidieron enseñarnos. Muchas cosas pasaron, fuera de los podios oficiales, que no ocuparon espacios importantes en la cobertura periodística de los principales medios americanos. Esta es una breve nota para los políticos boricuas, y sus fanáticos, que son muy sonoros quejándose de la prensa puertorriqueña y andan por allá bailando el vals del establishment norteamericano.
A este punto, no es descabellado pensar que el magnate Donald Trump llegará a la Casa Blanca. Logró la nominación, cosa inimaginable para muchos, lo que lo ubica ahora al borde de ganar la elección general. Y, por más absurdo que suene desde afuera, para ese posible escenario, hay explicaciones.
En Estados Unidos, la historia política dice que, en momentos de tranquilidad, donde los issues domésticos son prioridad para la gente, el Partido Demócrata es favorecido en los eventos electorales. En cambio, en tiempos de guerra e inseguridad, los norteamericanos prefieren elegir gobiernos republicanos para “meterles mano” a los partidarios del mal.
Trump ha dicho que, bajo su presidencia, “América será segura” de nuevo.
Los actos terroristas recientes, dentro y fuera del continente norteamericano, han creado un clima de inseguridad e inestabilidad en los estadounidenses. Ante ello, cualquier discurso que prometa protección y acabar con el enemigo es música para los oídos de los votantes, por más que suene a un ultranacionalismo hitleriano irracional.
El discurso de Clinton, más pasivo en este issue, no es lo que muchos buscan, aunque ello suponga entregarle el maletín con los códigos nucleares al hombre que propone construir el muro para dividirlos de México. Peor sería si otros actos terroristas ocurren de aquí a las elecciones. Ojalá y no.
Al factor de la seguridad nacional le sumamos el desgaste que representan los Clinton y las molestias de los seguidores de Sanders.
El terreno está fértil para la elección de Donald Trump. Queda poco para saber si el electorado de allá piensa como él. Su elección supondría un escenario distinto e impredecible para Puerto Rico, tema que debemos analizar en otra ocasión.