Migración P. R. llega a su punto más alto en 11 años
Fuga. En medio de la crisis económica que está sofocando a Puerto Rico, el Instituto de Estadísticas reveló que cerca de 89,000 puertorriqueños emigraron a Estados Unidos en el 2015
La grave situación económica que vive el país, en estado de inercia desde el 2006, continúa empujando a sus residentes a tomar un avión con destino a alguno de los 50 estados de Estados Unidos, en busca de trabajo y una mejor calidad de vida.
Ayer se anunció que el número de puertorriqueños que partió de la isla en el 2015 superó la marca registrada en el 2014, y se estableció como una de las cifras de emigración más altas de la última década.
Cerca de 89,000 puertorriqueños emigraron a Estados Unidos durante el 2015, informó el Instituto de Estadísticas tomando como referencia datos publicados por el Censo de Estados Unidos.
La agencia estima que ese año emigraron a EE. UU. 89,000 personas, frente a las 25,000 que regresaron a la isla desde el país norteamericano, lo que supone un balance migratorio de 64,000.
“Es preocupante”, señaló el demógrafo Raúl Figueroa. “En términos económicos, la fuerza trabajadora va a seguir disminuyendo. Pero más preocupante es la edad. La mayoría de las personas que salen, al ser jóvenes, el envejecimiento se acelera aún más”.
Estimó que la población actual de Puerto Rico está por debajo de los 3.4 millones de habitantes, y podría descender a 3.2 millones en El éxodo ha provocado una disminución en el número de contribuyentes, lo que ha obligado al Gobierno a aprobar nuevos impuestos e incrementos en las costos de servicios públicos. los próximos años. Además, indicó que la edad promedio es de 40 años de edad.
Alberto Velázquez Estrada, director de proyectos estadísticos del instituto, señaló que no le sorprende que casi medio millón de puertorriqueños hayan emigrado en los últimos 11 años.
“Ciertamente, la escasez de oportunidades de trabajo y la calidad de vida, entre otros factores, apoyados en la facilidad de los puertorriqueños de moverse entre
Puerto Rico y los Estados Unidos, reúnen las condiciones ideales para experimentar una ola migratoria”, comentó.
El vertiginoso aumento de la migración se da en momentos en que la Junta de Control Fiscal, ente federal que llega como parte de la aprobación de la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilización Económica (PROMESA, en inglés) se prepara para supervisar las finanzas del Gobierno y ayudar a reestructurar una porción de la deuda pública de $70,000 millones, que el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, ha dicho es impagable.
Sobre el grupo, el Centro de Información Censal (CIC) de la Universidad de Puerto Rico en Cayey mostró que, durante los seis años que lleva la Junta de Control Fiscal (JCF) en Detroit, Michigan, la ciu-
dad ha experimentado año tras año una pérdida poblacional masiva de 910,848 habitantes en 2009 a 677,124 habitantes en 2015, una reducción de 26 %.
“Puerto Rico y Detroit comparten muchas similitudes: ambos tienen una Junta de Control Fiscal y una economía desindustrializada que causó la crisis fiscal. Ya que la migración implica una pérdida económica y una pérdida en recaudos gubernamentales, me parece importante observar el movimiento poblacional luego de la implantación de la Junta de Control Fiscal en Detroit, ya que nos puede dar una idea de lo que pudiese pasar en Puerto Rico si se toman medidas similares. La población en Puerto Rico ha bajado también desde el año 2009, pero no a la misma tasa que en Detroit. En Puerto Rico, la población bajó un 12.5 % entre 2009 y 2015, casi la mitad de la tasa de Detroit”, aseguró el doctor José Caraballo Cueto, director del único Centro de Información Censal de Puerto Rico.
Ayer el grupo de trabajo congresional —incorporado a partir de la aprobación de PROMESA y del cual forma parte el comisionado residente, Pedro Pierluisi— manifestó estar preocupado por la falta de datos confiables sobre la situación económica, financiera y fiscal de Puerto Rico, los cuales son necesarios para un análisis productivo conducentes a elaborar recomendaciones razonables de política pública.
La información está contenida en un informe preliminar que da cuenta del estatus de los trabajos que viene realizando el grupo. El mismo fue suministrado por la oficina del presidente del task force, el senador republicano Orrin Hatch.
“Los residentes de Puerto Rico y sus familias se enfrentan a numerosos retos para lograr el crecimiento económico en muchas dimensiones afectadas por las leyes y programas federales, incluyendo el cuidado de la salud, las finanzas públicas, el estancamiento económico, la pérdida de población y las ineficiencias sectoriales”, dicta el reporte, que añade que los miembros del grupo de trabajo están laborando activamente para llegar a un consenso con el fin de proporcionarle al Congreso las conclusiones y recomendaciones requeridas por PROMESA.
El informe final debe ser presentado antes del 31 de diciembre.
Precisamente, ayer el gobernador sostuvo reuniones individuales con la mayoría de los miembros del task force, a quienes instó a que se incluyan las medidas dirigidas a impulsar el desarrollo económico.