Crisis en el PSOE y gobierno sin formarse en España
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), principal grupo opositor del país, se vio inmerso ayer en una crisis pública, un día después de la renuncia de casi la mitad de su comité ejecutivo en una rebelión contra el secretario general, Pedro Sánchez.
El cisma se produjo pocos días antes de que España iniciara su décimo mes sin un gobierno plenamente operativo, tras dos elecciones inconcluyentes en diciembre y junio.
Las voces críticas dentro del PSOE culpan a Sánchez de que el partido obtuviera los peores resultados electorales de su historia. También afirman que está perjudicando al país con su insistencia en bloquear un gobierno en minoría del presidente del gobierno en funciones, el conservador Mariano Rajoy, que pondría fin al estancamiento político.
Sánchez se reunió ayer con los integrantes restantes del comité ejecutivo, que anunció que seguiría adelante con su sesión del comité federal planeada para el sábado, para proponer una elección de líderes el 23 de octubre, lo que se ve como un claro desafío a sus críticos. La junta pidió calma durante lo que describió como “momentos sin precedentes” en el partido de 137 años.
No está claro si es que oponentes de Sánchez boicotearán la reunión o tratarán de hacer algo diferente antes para removerlo. La revuelta debería, en teoría, beneficiar a Rajoy, pero el candidato del Partido Popular todavía no ha dicho si volverá a presentarse a la investidura tras fracasar en dos ocasiones el mes pasado.
El Congreso tiene hasta el 31 de octubre para formar gobierno o el país enfrentará unas terceras elecciones en un año, una situación inédita en la política española. Los socialistas obtuvieron solo 85 escaños de los 350 que componen el Congreso en los comicios de junio, su peor resultado histórico.