Bryan Cranston, sin miedo a los riesgos
Éxito. A sus 60 años, la carrera del protagonista de toma impulso; la televisión y el cine son sus mejores armas para su evolución actoral
Para Bryan Cranston, llegar a los 60 años no representa pensar en el retiro, sino en una nueva oportunidad para crecer como actor. Con más de 145 títulos en cine y televisión, mantiene una continuidad en sus proyectos y su agenda ya contempla proyectos hasta el 2018.
El actor estadounidense, quien llevó a la cima a Walter White en Breaking Bad, considerada una serie de culto, no se queda quieto y busca más retos en su carrera. En una pequeña entrevista vía telefónica, Cranston charló con Metro.
Como actor, ¿requieres de mucha concentración? —En mi última película, Operación Escobar ( The Infiltrator, 2016), tuvimos un rodaje complicado. Filmamos por meses en Londres, fue todo un reto. El problema es que fueron muchas escenas con diálogos continuos y tuvimos que concentrarnos para no perder el hilo de la historia. En lo personal, soy un actor que estudia a conciencia su personaje para ver hasta dónde puede llevarme.
¿Qué es lo que más disfrutas del trabajo? —Que puedo hacer varios per- sonajes y después llegar a casa, donde no me preocupo de los villanos, las peleas o las venganzas de algunos de mis enemigos... Es decir, dejo de estar en peligro. Mi trabajo me permite tener varias facetas. Disfruto estar en casa, pero estoy consciente de que, cuando salgo a la calle, me convierto en un personaje público que tiene que lidiar con las buenas y malas críticas.
¿Cómo vas con tu primera cinta de ciencia ficción, los
—¡Emocionado! Tengo una carrera larga y jamás me habían propuesto una película de ciencia ficción y de superhéroes, porque los Power Rangers son esos personajes que luchan por la justicia, ¿o no? (risas). Hace años hice algunos doblajes para la serie de televisión, así que volver me hace un hombre muy feliz. Creo que en esta nueva apuesta se volverá a creer en la historia, que nada tiene que ver con la serie de televisión. Es algo interesante y con una gran producción.
¿Te liberó publicar tu autobiografía? — A life in parts es algo que tenía que contar, lo bueno y malo de mi vida... Podría ser como una liberación, pero sobre todo exponer ese pasado no tan claro que tenemos y que muchos pueden utilizar para lograr una portada sensacionalista.
¿Apuestas más por la comedia? —No necesariamente. Tengo varios filmes por estrenar que son comedia, pero también disfruto el drama. Tengo 60 años y quiero seguir experimentando un poco de todo. Aún soy un tipo con cierto atractivo (risas) y hay que explotarlo.
¿Te interesa la política de estos últimos meses? —Es inevitable no estar al pendiente de lo que sucede en Estados Unidos, y lo que puedo comentar es que sería una gran catástrofe que Donald Trump se convirtiera en presidente. Me gusta mucho imitar a Donald Trump, porque está lleno de matices. Es tan ‘rico’ en carácter, pero tan pobre en ideas para hacer un buen gobierno. Siempre he dicho que Trump es como un adolescente caprichoso, que no se toca el corazón. No quiero ni pensar en qué haría si llegara a ser presidente. Eso sería una pesadilla.
“Me gusta mucho imitar a Donald Trump, porque está lleno de matices. Es tan ‘rico’ en carácter, pero tan pobre en ideas para hacer un buen gobierno”.