Tendencia de Hollywood de premiar sus historias
giosa Silenc, que ha sido poco vista. “El cine con el que crecí y que estoy haciendo se ha acabado”, afirmó el realizador, un apasionado creyente del séptimo arte que, según reportes, llevará uno de sus próximos filmes a Netflix.
A lo largo de los años ha habido un número de películas ganadoras de Óscar sobre el negocio del cine y la colorida vida de los actores, como The Broadway Melody, de 1928; Grand Hotel, de 1932; The Great Ziegfeld, de 1936; All About Eve, de 1950 (uno de los otros dos filmes que han conseguido 14 nominaciones), y Shakespeare in Love, de 1998.
Pero es relativamente reciente que los Premios de la Academia se inclinen tanto por cintas sobre su propia industria. Como señaló el Los Ángeles Times, no fue hasta que ganaron Million Dollar Baby y Crash a mediados del 2000 que una cinta ubicada en Los Ángeles ganó el premio a la mejor película.
La La Land, Birdman, Argo y The Artist no abordan tanto la visión prometedora que tiene Hollywood de sí misma, sino sus temores y ansiedades crecientes. The Artist fue un filme de nostalgia monocromática; Argo retrató el espíritu de ayuda de los otrora poderosos estudios de Hollywood, y, en Birdman, un actor que intenta triunfar en Broadway es acosado por su pasado de superhéroe. “Todo el mundo ahora lleva una capa”, dijo Iñárritu en ese entonces. “Pienso que siempre hay películas maravillosas, solo que no llegan a la gente. O la gente ha perdido el interés. No es que no existan. Sí existen”.