Clippers encaran futuro incierto
Juntos ya por seis años, Chris Paul y Blake Griffin no han logrado avanzar más allá de la segunda ronda de los playoffs. Más aún, los Clippers de Los Ángeles no han salido de la primera ronda por dos años consecutivos. Y eso no es lo peor. Los Clippers son el primer equipo en la historia de la NBA que desperdicia la ventaja en una serie durante cinco participaciones seguidas en playoffs.
“Una vez más, quedamos fuera”, lamentó un desmoralizado Paul. “Demasiadas veces”.
Su más reciente fracaso ocurrió el domingo, una de- rrota de 104-91 en el séptimo partido en casa frente al Jazz de Utah. Después de seis cerrados encuentros que se decidieron por un promedio de 5.1 puntos, los Clippers se desplomaron en el último intento y con su temporada —y quizá su futuro— en juego.
Lucharon toda la campaña para obtener la ventaja de jugar en casa en la postemporada solo para perder tres de cuatro ante el Jazz en el Staples Center. Su ventaja de 2-1 en la serie desapareció junto con Griffin, que quedó fuera definitivamente con una lesión de dedo del pie en el tercer juego.
La presencia de Griffin para la siguiente temporada es una de las grandes interrogantes que enfrenta la franquicia.
Griffin y Chris Paul pueden optar por terminar sus contratos durante este periodo entre campañas. J. J. Redick —que encestó una sola canasta en el séptimo partido— se convirtió en agente libre.
A final de cuentas, son ellos quienes tienen el futuro de la franquicia en sus manos.
Por su parte, el dueño del equipo, Steve Ballmer, tendría que pagar más de 200 millones de dólares, incluyendo el impuesto por lujo, a fin de mantener al trío unido.