Unos se van, otros renacen en Río Piedras
Mientras unos abandonan Río Piedras a causa de las dificultadas que enfrenta el barrio capitalino tras la crisis económica, hay quienes deciden llegar, instalarse y romper con los mitos del lugar.
En la histórica Casa Georgetti, frente a la plaza y la iglesia católica, renacen dos pequeños negocios: La Barbera y El Churro Bar. El primero es un espacio desarrollado por dos jóvenes mujeres que recortan hombres. El otro es un restaurante de comida mexicana que, en ocasiones, goza de música en vivo.
“Te puedo decir que jamás pensé que iba a ser tan buena la acogida y tan rápido. Yo misma vine con miedo por el parking, pero al venir aquí y ver el movimiento, que siempre la gente va y viene…”, comentó Milán Rodríguez, propietaria de La Barbera, que lleva en Río Piedras desde enero.
Para Daniela García, dueña del Churro Bar, “todo es cuestión de perder complejos. Ha sido acogedora la recepción que nos ha dado la comunidad”.
En el Paseo de Diego, por el contrario, continúa la nostalgia de lo que alguna vez fue el barrio. En una visita que realizó Metro, notamos, como se ha reportado ya en varias ocasiones, el abandono del epicentro económico de Río Piedras.
Allí, comerciantes como José Vázquez Torres continúan esperando ayuda para despuntar y regresar a la era de gloria.
“Aquí venía gente de todos los pueblos y todos los países. La gente tenía que pedir permiso para pasar”, contó a las 2:00 de la tarde de un viernes, mientras esperaba en su negocio Elegante sin hacer una venta desde las 6:00 de la mañana.