Siempre defendió a los inmigrantes
Las pasiones culinarias de Anthony Bourdain iban más allá de las comidas que ponía en los platos. También estaba comprometido con los trabajadores inmigrantes que laboraban en su cocina y en las de otros establecimientos del sector restaurantero.
Bourdain, que se suicidó el viernes en Francia a los 61 años, era abierto crítico de las políticas de inmigración del presidente estadounidense Donald Trump y firme defensor de los trabajadores hispanos.
El chef, trotamundos y autor, cuya popularidad aumentó gracias a su serie Parts Unknown, de CNN, a menudo era el primero en quitarse el sombrero ante sus empleados de México o América Central. Ascendió a su sous chef mexicano ya fallecido, Carlos Llaguno García, para que dirigiera dos de sus restaurantes en Nueva York y se quejó estruendosamente de la “actitud ridículamente hipócrita” de Estados Unidos hacia la inmigración.
“Por supuesto, que algunas personas gustan de afirmar que los mexicanos quitan empleos a los estadounidenses”, declaró Bourdain en 2014. “Sin embargo, en dos décadas como chef y empleador, jamás un chico estadounidense ha ingresado en mi establecimiento y solicitado un empleo de lavaplatos, de mesero o, incluso, para tareas de preparación alimentos”.