BVI: el esplendor de la naturaleza en sus manos
que confunde la mirada cuando se topan las degradaciones de azul cielo con el turquesa de sus aguas, sino por la generosidad de su gente.
Y es admirable su acelerado compromiso de recuperación luego de los estragos causados por los huracanes Irma y María en el 2017.
En una reciente visita a Tór- tola y a Jost Van Dyke, dos de las cuatro islas que conforman el archipiélago británico junto con Virgen Gorda y Anegada, Metro pudo constatar que el destino no se detiene. Aun en el proceso de restauración y reapertura de hoteles, Islas Vírgenes Británicas demuestran por qué es uno de los destinos favoritos para vacacionar y des- conectarse del mundo.
BVI se conoce como la capital mundial para el turismo náutico y el island hopping porque se pueden recorrer las islas y playas de la zona, en bote privado o alquilado, con todas las comodidades necesarias para disfrutar de múltiples experiencias.
Además, cuentan con un sistema de ferry privado y puntual, el cual permite trasladarse cómodamente desde Tórtola a las islitas en pocos minutos.
“Tenemos muchas similitudes con los puertorriqueños; nuestra cultura, nuestra música, gastronomía y somos bien amigables. Como caribeños nos encanta la fiesta, pasarla bien, y eso nos hace especial. Por esto BVI se ha convertido en uno de los desti-
A tono con los esfuerzos de recuperación desarrollaron el programa Seed of Loves (Semillas de Amor), que promueve los esfuerzos para reforestar con árboles nativos y vegetación que fueron destruidos por los ciclones, mientras previene la erosión y se protege el ecosistema.
La idea es concienciar sobre la importancia de proteger el ecosistema e involucrar a la comunidad en actividades que fomenten un país más resiliente contra impactos atmosféricos futuros.
La preservación ambiental es vital para asegurar que el destino cumpla con la imagen de paisajes