Métodos anticonceptivos que son tendencia
narlo con uno de barrera no es recomendable, puesto que la ovulación puede adelantarse o retardarse, abriendo la posibilidad de fecundación durante el tiempo de vida del óvulo y los espermatozoides. Su efectividad es menor al 85%.
El método consiste en que, a través de un registro periódico de la duración del ciclo, se calcula el promedio de días y se parte de la premisa de evitar tener sexo los días más cercanos a la ovulación, entre el 8 y el 19. Los demás, antes y después del periodo más fértil se corre un riesgo menor a embarazarse.
El método que más daño hace al cuerpo es el de la pastilla de emergencia. Se trata de un coctel hormonal administrado en una o dos tabletas que se debe tomar dentro de las 48 horas siguientes de una relación no protegida. Al igual que las pastillas anticonceptivas, contiene una sustancia activa conocida como levonorgestrel, pero en una dosis mucho más alta.
La pastilla funciona aumentando la viscosidad del moco cervical para frenar el avance de los espermatozoides o, bien, evitando la salida de los óvulos del ovario. Los efectos secundarios del aluvión de hormonas para el cuerpo crean un desequilibrio en el organismo y solo debe utilizarse ante emergencias, menos de dos ocasiones al año.
Es un método que requiere de autoconocimiento total del organismo y mucha dedicación para tener éxito. Se basa en el monitoreo de la fertilidad a través de la inspección permanente de la vulva, con especial atención en las características de los fluidos vaginales que se presentan durante el periodo de ovulación.
Debido a la dificultad del seguimiento adecuado de los datos y la apariencia del moco cervical, se trata de un método poco recomendado.
En países europeos, asiáticos y americanos, cada día hay más investigación y pruebas de métodos hormonales para aplicar en hombres. Aunque aún no existe un anticonceptivo ideal para el varón, se estudia la posibilidad de que sea un implante subdérmico combinado con inyecciones o, incluso, métodos reversibles, como tapones de silicona colocados en el conducto deferente por donde pasan los espermatozoides y que posteriormente podrían disolverse o retirarse, haciendo posible la recuperación de la fertilidad en ese varón.
El futuro de los anticonceptivos se dirige a desarrollar e implementar el chip subcutáneo que regulará la liberación de hormonas que inhiban el proceso de ovulación. Este chip se podrá controlar a través de dispositivos inteligentes como el celular y su tiempo de duración podrá ser hasta de 15 años.