Llamado a orientarse sobre dosis adecuadas de cannabis medicinal
claves de cada presentación con la referencia, pero queda de parte del médico si busca esas referencias, lee los artículos y sigue su educación”, añadió.
La dosificación es un tema que preocupa, particularmente, en dos grupos principales: los pacientes diagnosticados con alguna enfermedad cardiovascular y los adultos mayores. En los pacientes cardiovasculares, por ejemplo, la exposición a dosis incorrectas podría aumentar las probabilidades de infarto, indicó Colón.
“El paciente, si desconoce esto, podría tener efectos adversos a nivel del sistema cardiaco, y eso quiero documentarlo, si los pacientes están pasando por esos efectos o no”, dijo el doctor. “En ese grupo es sencillamente que hay que tratarlos con más cuidado que cualquier otro grupo. Esa dosis tiene que empezar de verdad bien baja e ir poco a poco, y el paciente tiene que estar atento, hacerle saber al médico qué efectos adversos puede ver”, continuó.
Por su parte, la doctora Iadelisse Cruz, farmacéutica clínica especializada en geriatría de la Escuela de Farmacia, hizo hincapié en que el paciente adulto mayor está más propenso a los efectos adversos de los tratamientos.
“Los pacientes adultos mayores son muy susceptibles a los efectos de, prácticamente, cualquier medicamento, porque si la fisiología cambia, los procesos de cómo se depuran los medicamentos cambian. Tienen más afecciones cardiovasculares, también más afecciones pulmonares, mentales, y cuantos más medicamentos toman, más oportunidad hay de que haya interacciones, tanto con medicamentos con receta como sin receta, naturales y ahora el cannabis medicinal”, expuso.
Otra manera en la que el paciente puede verificar si está recibiendo el producto médico que se le ha recomendado es a través de la etiqueta. El reglamento establece que todo establecimiento de cannabis medicinal tiene que asegurarse de que a cada envase de productos se le coloque una etiqueta que incluya, pero sin limitarse a, información del contenido de cannabinoides y terpenos que se encuentren en un porcentaje mayor a 0.3 %, declaración del uso de insecticidas y de la aprobación de las pruebas de control de calidad.
Con el propósito de educar a las personas que iniciaron un tratamiento de cannabis medicinal o están considerando hacerlo, sobre estos y otros temas relacionados, el RCM llevará a cabo el 1. foro para pacientes de cannabis medicinal, que se realizará el sábado, 11 de agosto, de 8:30 a. m. a 12:00 p. m., en el salón 411 de la Escuela de Farmacia del RCM. El reglamento también establece que la recomendación médica expondrá las razones por las cuales se recomienda el uso de cannabis medicinal para aliviar las enfermedades o los síntomas asociados con estas, y que la recomendación deberá expresar que al paciente se le orientó en torno a los riesgos y beneficios del cannabis medicinal. Pero la doctora Cruz identificó una problemática adicional que surge también dentro de una relación médico-paciente bona fide, aunque ese médico o profesional de la salud no sea necesariamente el que recomendó el uso de cannabis como tratamiento.
Para evitar complicaciones en medio de procedimientos médicos o quirúrgicos, Cruz recordó a los médicos la importancia de preguntar a sus pacientes si han comenzado a utilizar cannabis medicinal como tratamiento conjunto con el recetado. “Hay que hacer la pregunta directa”, puntualizó.
A modo de ejemplo, la doctora relató que, en una entrevista a los pacientes de estudiantes de práctica de Farmacia en conjunto con la Escuela de Medicina Dental, identificaron uno que utilizaba anticoagulantes y que también había comenzado a utilizar cannabis medicinal.
“La utilización del anticoagulante más el cannabis medicinal aumenta el riesgo de sangrado, así que eso es un dato bien interesante que pudimos añadir, que tenemos que tener una precaución mayor, quizás unos días adicionales sin el anticoagulante porque se puede ver reflejado en una complicación del procedimiento dental”, relató Cruz.
En ese sentido, la profesora Mayra Vega, coordinadora del foro, puntualizó en que uno de los principales objetivos de las iniciativas educativas es proveerle al paciente conocimiento sobre los posibles riesgos, sin dejar de orientar y documentar también los efectos adversos y positivos, para convertirlos en datos científicos. “De otros medicamentos que han sido aprobados por la FDA, tienen todos información adicional”, planteó. Pero respecto al cannabis medicinal, “las personas no necesariamente pudieran tener la percepción de riesgo”.