Despiden con elogios y humor al expresidente George H. W. Bush
La nación estadounidense despidió a quien fue su 41er presidente y el último en combatir en guerra
George H. W. Bush fue recordado ayer con grandes elogios y tierno humor, cuando la nación despidió a quien fue su 41. presidente y el último en combatir en guerra. En la ceremonia estuvieron presentes cuatro expresidentes, incluido su hijo George W. Bush, quien pronunció el elogio fúnebre de su padre.
“Para nosotros, fue la más brillante de mil luminarias”, dijo el hijo. Bush sollozó brevemente al final de su oración cuando recordaba a la hija que perdieron sus padres a los tres años y a su madre Barbara, quien murió en abril.
En medio de los homenajes a los años de servicio público y la fuerza de carácter del presidente fallecido, también hubo risas en la catedral. Varios discursos, incluso el del hijo, señalaron la tendencia de Bush a confundir sus palabras y decir disparates.
Fue el “último gran soldado estadista”, dijo el historiador Jon Meacham, “nuestro escudo” en tiempos peligrosos. Pero también recordó cómo Bush, de campaña en una gran tienda atestada de gente, estrechó la mano de un maniquí. Sin mostrar la menor vergüenza, simplemente dijo: “Nunca se sabe. Hay que preguntar”.
La congregación, en la que se encontraban gobernantes extranjeros y diplomáticos, estadounidenses de puestos jerárquicos y otros que estuvieron relacionados con el difunto, se puso de pie al arribo del féretro, acompañado por clérigos de distintas confesiones. En la fila que ocupaban, el presidente Donald Trump, los expresidentes Barack Obama, Jimmy Carter y Bill Clinton, junto a sus cónyuges, pusieron la mano sobre sus corazones.
Meacham elogió el llamado de Bush a la acción voluntaria y la comparó con la exhortación de Abraham Lincoln a honrar los “ángeles buenos de nuestra naturaleza”. Dijo que son “versos que se acompañan en el himno nacional de Estados Unidos”.
Por su parte, el ex primer ministro canadiense, Brian Mulroney, elogió a Bush como un líder fuerte, uno de los supervisores del fin de la Guerra Fría y el derrumbe de la Unión Soviética y que allanó el camino al Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Canadá y México, consumado por su sucesor Clinton.
El oficio fúnebre puso fin a tres días de ceremonias en Washington. Los restos de Bush regresarán ayer mismo a Texas, para ser enterrados hoy. Murió el viernes a los 94 años.
El féretro permanecerá en la iglesia episcopal de Saint Martin antes de ser enterrado en terrenos de la biblioteca presidencial en la Universidad Texas A&M en College Station. Descansará finalmente junto a Barbara Bush, con quien estuvo casado durante 73 años, y Robin Bush, la hija de ambos que murió de leucemia en 1953.