Advierten seguirán las manifestaciones
Líder catalán urgió al Gobierno español a escuchar a los separatistas
El presidente de Cataluña declaró ayer que las masivas protestas que, en ocasiones, degeneraron en choques violentos con policías, no cesarán hasta que el Gobierno español escuche el llamado de los separatistas.
“Si no nos sentamos, esto no parará”, declaró el líder catalán Quim Torra en entrevista con The Associated Press en el palacio medieval en el centro de Barcelona que es sede del gobierno regional.
Las declaraciones surgen luego de una semana de enormes protestas pacíficas, seguidas de disturbios violentos en Barcelona y en otras ciudades del noreste del país, protagonizadas por ciudadanos furiosos por las sentencias dictadas a nueve líderes regionales por su participación en el intento secesionista del 2017.
Los choques entre manifestantes y policías se extendieron por cinco noches consecutivas y dejaron 593 heridos —casi la mitad de ellos policías— y 194 arrestados.
Los alzados quemaron recipientes de basura y usaron bombas incendiarias, ácido, trozos de concreto y otros proyectiles para lanzarlos contra la policía. Si bien la violencia ha mermado los últimos dos días, las autoridades temen un resurgimiento.
Torra criticó al presidente de gobierno Pedro Sánchez, quien enfrenta elecciones nacionales el 10 de noviembre en que el tema catalán será central, por
Quim Torra, líder catalán no querer reunirse con él cuando visitó Barcelona el lunes para verse con policías heridos.
Los grupos radicales “han creado escenas que nos han disgustado enormemente, que rechazamos y condenamos... Pero esto no puede ser una excusa para no sentarse para hablar y para que el presidente Sánchez no coja el teléfono del presidente de Cataluña”, expresó.
Antes de ir a Cataluña, Sánchez criticó a Torra en una carta, acusándolo de no cumplir con su deber de proteger a la ciudadanía. Además, exhortó a Torra, un férreo separatista que ha sido acusado de emitir conceptos xenófobos hacia los españoles, a condenar enfáticamente la violencia y garantizar la integridad y los derechos de la mitad de los 7,5 millones de habitantes de Cataluña que desean seguir siendo parte de España.
Torra varias veces ha pedido iniciar un diálogo sin condiciones, tratando de allanar el camino para que la región convoque a un referéndum sobre la secesión que sea de cumplimiento legal, pese a que el Gobierno central rechaza este proceso.
“Pero esto (los incidentes violentos) no puede ser una excusa para no sentarse para hablar y para que el presidente Sánchez no coja el teléfono del presidente de Cataluña”.