Más confiados los ciudadanos al llevar directamente ayuda a manos de damnificados
GUÁNICA - Desde tempranas horas de la tarde, la carretera PR-2 lucía saturada de carros que —en algunos de ellos— se podía apreciar un cúmulo de suministros desde botellas de agua, comida hasta artículos de primera necesidad.
Tras los sismos del 6 y el 7 de enero, cuyo epicentro se reportó en la zona sudoeste de la isla, muchas personas han preferido llevar dicha ayuda humanitaria directamente a sus compueblanos sureños en lugar de acudir a centros de acopio autorizados por el Gobierno.
Nyvia Navarro, residente de San Juan, decidió acudir a un refugio casero ubicado a las afueras de la pista atlética Heriberto Cruz en el municipio de Guánica, ya que considera que así puede suplir las necesidades básicas de las personas de “manera inmediata”.
“Me aseguro que la ayuda llegue donde tiene que llegar, cuando tiene que llegar y a quien tiene que llegar”, señaló. Añadió que a raíz de la experiencia vivida tras el paso del huracán María, piensa que el Gobierno no entrega los suministros “con la premura que amerita”.
Mientras que José y María Schroder, residentes de Guaynabo, opinaron de forma similar a Navarro y prefirieron llevar los suministros directamente a los refugios caseros donde miles de personas han decidido pernoctar tras la continua actividad sísmica en el sur de la isla.
Muchas de estas personas han creado refugios y campamentos caseros a las afueras de sus casas y en calles y avenidas de sus respectivos municipios, en lo que se perfila como un nuevo paisaje.
“Para que [la ayuda] llegue más directo y llegue más seguro”, dijo José Schroder al preguntársele las razones que lo motivaron a no acudir directamente a centros de acopio del Gobierno. José y María Schroder llegaron hasta un refugio a las afueras del Coliseo Mariano “Tito” Rodríguez para entregar artículos de primera necesidad a las familias que allí pernoctan en casetas.
“Al Gobierno no le quise llevar nada porque por [el huracán] María hubo muchas situaciones y eso nos tiene un poco inseguros”, opinó María Schroder.