Comerciantes del oeste piden no los dejen de visitar
LAJAS - El evento sísmico, sin duda, ya empieza a repercutir en la actividad económica de algunos municipios. Al menos así indicaron varios comerciantes de la zona del poblado de La Parguera en el municipio de Lajas.
Tras los sismos de magnitud 5.8 y 6.4 la semana pasada y las interminables réplicas, varios propietarios de restaurantes se vieron obligados a cerrar sus comercios y durante la semana han tenido que cerrar más temprano de lo usual debido a la ausencia de comensales.
Sin embargo, según Beno Rodríguez, propietario de Moorings, su decisión de cerrar más temprano es para poder permitirles a sus empleados que acudan junto a sus familiares.
“No está llegando [la actividad económica a la zona]”, dijo Rodríguez a Metro. El comerciante también resaltó que, a pesar de que mantiene abierta su operación, ha cancelado las actividades artísticas debido a la situación de emergencia en el sur de la isla. “Lo que nos obliga a cerrar es que no hay a quién venderle y lo entendemos”, explicó.
José “Piculín” Ortiz, propietario de Vintage Pizza en La Parguera, confesó que durante el fin de semana pasado experimentó pérdidas. Aunque no precisó una cifra, sostuvo que en un fin de semana habitual siempre hay clientes en el establecimiento, pero no fue igual en días recientes. A su vez, se mostró positivo en que durante las próximas semanas la actividad económica en la zona mejorará.
El alcalde de Lajas, Marcos
Irizarry comentó que el fin de semana después del sismo de magnitud 6.4, experimentaron pérdidas alrededor de $700,000 en la actividad económica del municipio. “Tenemos que seguir para adelante porque el ingreso principal de Lajas es el turismo”, expuso el alcalde, quien a su vez mencionó que cerca de 350 casas reportaron daños tras los sismos.
Cabo Rojo también siente el impacto del terremoto
El alcalde de Cabo Rojo, Roberto Ramírez, reconoció que el aumento en temblores han detenido el turismo y la actividad económica en el municipio incluidas las zonas de Combate y Boquerón.
“Se nota la merma. Se ve que no hay el flujo de gente que había anterior a los movimientos telúricos”, resaltó Ramírez en entrevista telefónica.
Indicó, además, que en días recientes han experimentado un aumento en las cancelaciones de estadías en las hospederías del municipio. “Más o menos un 20 % [de las estadías] se han estado cancelando”, estimó el alcalde, quien también expuso que alrededor de 50 residencias sufrieron algún tipo de daño tras los sismos.