Líderes levantan muros por todo el mundo
Abundaban ayer las prohibiciones a los viajes por todo el mundo, con lo que países, e incluso continentes, estaban cada vez más aislados entre sí, numerosas personas permanecían encerradas en sus casas y el comercio mundial se desaceleraba, todo con la esperanza de contrarrestar la propagación del COVID-19.
Tras pasar semanas minimizando la importancia de la crisis, el presidente estadounidense Donald Trump anunció restricciones severas a la entrada de personas desde Europa, lo que causó furor al otro lado del Atlántico. En cuestión de horas, incluso la zona europea de libre tránsito parecía cambiar de naturaleza: había guardias en cruces fronterizos donde no había fronteras discernibles y numerosos aeropuertos cerraron.
El director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), Robert Redfield, destacó que la mayoría de los casos del virus COVID-19 están vinculados con Europa, a la que calificó de “la nueva China”. La cifra de muertes en Italia superó el millar y más de 15,000 personas han dado positivo de la enfermedad.
Rezagado pruebas
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Sin embargo, el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, reconoció que Estados Unidos está rezagado con respecto a otros países en cuanto a la realización de pruebas.
“Es un fracaso, hay que admitirlo”, afirmó Fauci en un encuentro con legisladores.
La Unión Europea se apresuró a condenar la decisión “unilateral” de Trump, al declarar que la pandemia de coronavirus es una “crisis global, no limitada a continente alguno, y que requiere la cooperación en lugar de medidas unilaterales”.