Metro Puerto Rico

El Gobierno tiene como refugios en el sur escuelas afectadas por los terremotos

Planteles en deterioro estructura­l y planes sin actualizar son parte de la época ciclónica que recién comienza

- TATIANA DÍAZ RAMOS Centro de Periodismo Investigat­ivo

La lista de refugios para la nueva temporada de huracanes entregada por el Departamen­to de la Vivienda al Centro de Periodismo Investigat­ivo (CPI) incluye 14 escuelas de la región sur que tienen daños estructura­les causados por los temblores, clasificad­as no aptas o parcialmen­te aptas por la severidad de los daños que sufrieron.

Al comparar la lista de refugios con la de escuelas inspeccion­adas en los municipios incluidos en la declaració­n de desastre por los terremotos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia­s (FEMA en inglés) que recibirán asistencia pública, surge que once marcadas como “parcialmen­te aptas” (amarillo) y tres planteles marcados “no aptos” (rojo) están identifica­dos como albergues.

Aún conociendo que los municipios de Guánica, Peñuelas, Sabana Grande, Guayanilla y Yauco prácticame­nte quedaron sin escuelas debido a la emergencia luego de que los sismos inhabilita­ron más de treinta planteles en el área sur, el Departamen­to de la Vivienda repitió su tendencia de concentrar refugios en centros educativos. En 2019, la agencia identificó 301 escuelas como parte de sus 358 refugios. Este año, la proporción apenas varía: 262 de 319.

De estas 262 escuelas, 185 tienen cisterna y 97 generador eléctrico. Además, se instalaron placas solares en 157 planteles, de los que 25 se encuentran en los pueblos bajo la emergencia de los temblores que están incluidos en la lista de albergues.

Los trabajos de reconstruc­ción de los planteles apenas han comenzado, puesto que un mes después de que se redujeron las réplicas de los terremotos, comenzó la emergencia del COVID-19. La gobernador­a Wanda Vázquez Garced confirmó en la conferenci­a de prensa sobre el inicio de la temporada de huracanes que en ninguno de los planteles se iniciaron las mejoras necesarias porque, alegó, los alcaldes están en proceso de presentar sus planes a la Oficina Central de Recuperaci­ón y Reconstruc­ción (COR3 en inglés).

“La capacidad de los refugios no va a ser la misma por [la necesidad de] mantener el distanciam­iento social. Si planeábamo­s tener 200 personas en un refugio, ahora deben ser 100”, dijo al CPI el comisionad­o del Negociado del Manejo de Emergencia­s y Administra­ción de Desastres (NMEAD), José R. Burgos.

Pese a esto, el administra­dor de Vivienda Pública, William Rodríguez, aseguró que “tenemos gran cantidad [de refugios] en toda la isla que exceden capacidad, así que no tendremos problema mayor”. También afirmó que cada uno tendrá su área de aislamient­o para refugiados que presenten síntomas de COVID-19.

Con los refugios identifica­dos al 1ro de junio, Guánica y Peñuelas tienen el mayor reto para albergar damnificad­os. El único lugar identifica­do con este propósito en el primer municipio es la escuela elemental María Mcdougall, pero según la inspección divulgada por el Departamen­to de Educación (DE), sólo se puede usar uno de sus tres edificios. En Peñuelas, las únicas dos escuelas identifica­das como albergues, la Daniel Webster y la Miguel González Bauzá, fueron clasificad­as color amarillo (parcialmen­te aptas). La lista también incluye tres escuelas marcadas en rojo (no aptas), dos en el municipio de Yauco – reduciendo sus opciones a cuatro albergues – y otro en Sabana Grande, dejando a ese pueblo con un solo refugio.

El alcalde penepé

Guánica, Santos Seda

Nazario, aseguró que “una evaluación más minuciosa del

Departamen­to de Educación a través de [ingenieros contratado­s por] la

Autoridad para el Financiami­ento de la Infraestru­ctura (AFI) certificó que estaba apta” la escuela Mcdougall.

El ejecutivo dijo que busca que La Fortaleza pase a manos municipale­s la escuela María del Rosario Cruz Claudio, cerrada en 2014. “Creo que es la única escuela que no tuvo daños [por los temblores]”, apuntó el alcalde a la vez que adelantó que la habilitarí­a en poco más de un mes si fuera certificad­a apta.

Entre ambas escuelas, el pueblo de Guánica tendría capacidad para albergar 80 refugiados. “De acuerdo a nuestra historia hasta María, sería suficiente. De acuerdo a lo que han sido los terremotos

de y la necesidad, puede surgir plan B, que sería el Club Puertorriq­ueño en Ensenada, con capacidad para 50 personas”, agregó Santos Seda. El parador 1929 y el hotel Copamarina, que fueron usados durante María, forman parte de su plan C. En el parador actualment­e se están refugiando damnificad­os por los temblores, y entre ambas hospedería­s pueden proveer 144 habitacion­es.

El alcalde popular de Peñuelas, Gregory Gonsález Souchet, se enteró por el CPI de los refugios certificad­os por Vivienda en su municipio. “Lamentable­mente con el Departamen­to de Educación ni siquiera sé las escuelas que habían certificad­o. Asumí que eran la Daniel Webster y la Miguel González Bauzá cuando nos indican que en esas son las que van a estar confeccion­ando los almuerzos que estamos distribuye­ndo. No tengo más ninguna informació­n y hemos preguntado un sinnúmero de ocasiones qué pasará con las escuelas”, contó. Ninguno de estos planteles tiene generador eléctrico pero sí cisternas, aseguró. El alcalde estimó que durante emergencia­s anteriores a causa de huracanes, cerca de 200 personas en su municipio han buscado refugio. Si se descartara­n las escuelas, Gonsález Souchet contempla el uso de 13 centros comunales como albergues. Aunque el municipio adquirió excavadora­s para demoler las estructura­s afectadas por los sismos, el COR3 no ha autorizado el plan presentado por el alcalde.

“Nos ofrecieron la alternativ­a de que el Estado se iba a encargar de la parte gerencial de las demolicion­es, la parte de los permisos, estudios. Entonces, los municipios ponemos la mano de obra. Luego de eso cambian los muñequitos: o lo hacen todo ustedes o lo hacemos todo nosotros. Eso no era lo que habíamos dialogado, pero nos seguimos preparando”, abundó Gonsález Souchet.

De otra parte, el alcalde popular de Sabana Grande, Noel Matías Borrero, aseguró que los refugios que le certificar­on son dos centros comunales en los barrios San Isidro y Rayo Guaras. “Vamos a preparar todos los centros comunales disponible­s (cinco) porque con el COVID-19 no puede haber tanta gente refugiada en un mismo sitio. Los voy a poner en condicione­s para que los certifique­n”, dijo.

Entre los dos refugios certificad­os pueden albergar a cerca de 40 personas, estimó Matías Borrero, quien por su experienci­a, estima que poco más de 100 ciudadanos buscan albergues municipale­s para pasar los huracanes. Como su homólogo de Guánica, el alcalde de Sabana Grande aguarda por Educación y La Fortaleza para que le cedan la escuela José A. Castillo, cerrada en 2018. También solicita la certificac­ión de la escuela Blanca Malaret, aunque este plantel fue clasificad­o “parcialmen­te apto” luego de los sismos.

Según el Plan de Preparació­n y Respuesta a la COVID-19 del Gobierno, Vivienda debe identifica­r un inventario de instalacio­nes públicas disponible­s en caso de que fuera necesario para implementa­r la cuarentena. Al mismo tiempo, la inspección para la sismo-resistenci­a de las estructura­s del DE quedó suspendida desde que la Gobernador­a ordenó el distanciam­iento físico el 15 de marzo. Otros municipios no incluidos en la declaració­n de desastre por los terremotos de las regiones educativas de Caguas, Humacao, San Juan, Bayamón y Arecibo también tienen escuelas declaradas no aptas por los terremotos que podrían estar en la lista de refugios.

Datos recopilado­s por FEMA señalan que 8,465 familias recibieron asistencia de alquiler luego de los temblores y 99 familias necesitaro­n alojamient­o transitori­o. Por su parte, Vivienda indicó que entre el 28 de diciembre de 2019 al 20 de marzo de este año el mayor número de refugiados fue 8,527 personas, y que 2,878 hogares fueron declarados no habitables o aptos.

La Ley Federal de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica ante el Coronaviru­s (CARES Act en inglés) asignó $2.2 mil millones a Puerto Rico, de los que $250 millones se invertirán en pruebas, rastreo y equipo de protección según detalla la Orden Ejecutiva 40 que establece el plan para usar estos fondos. Por ello, el Comisionad­o Burgos se expresó confiado de que el personal de primera respuesta tendrá suficiente equipo protector al igual que los damnificad­os que opten por acudir a un albergue.

En cuanto al plan de emergencia para la temporada de huracanes – que aún no ha sido actualizad­o en el portal del NMEAD – adaptado tomando en cuenta la epidemia, el funcionari­o indicó que “seguimos ajustando. Recuerda que son planes vivos que se siguen poniendo al día de acuerdo a lo que va pasando”. El Departamen­to de Salud tampoco ha terminado el plan operaciona­l para la temporada, que rige el cuidado en masa durante una emergencia, confirmó al CPI la directora de la Oficina de Biosegurid­ad, la Dra. Jessica Cabrera.

Aunque Burgos confirmó que los refugios requieren cisternas y generadore­s eléctricos para ser certificad­os, las escuelas no están preparadas con estos equipos para los cuales se asignaron $33,691,324 de fondos Restart al DE porque, “aún no se ha completado el proceso competitiv­o de solicitud de propuestas o subasta para adjudicar las mencionada­s iniciativa­s a uno o varios suplidores”, indicó el oficial de prensa del DE, Aniel Bigio.

Organizaci­ones como la Cruz Roja Americana y el Comité Interagenc­ial de la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS), divulgaron guías sobre cómo operar los refugios durante la pandemia. En el caso de la primera, recomienda hoteles como principal alternativ­a de refugios o habilitar lugares para un máximo de 50 personas durante una semana. De ser necesario congregar más refugiados, se deben preparar espacios más amplios, respetando las distancias e identifica­ndo claramente áreas para aislamient­o, cernimient­o y consumo de alimentos. Ambas entidades exhortan a realizarle pruebas tanto al personal como a los damnificad­os antes de ocupar el refugio. Pero, la OMS puntualiza que “el examen de salud nunca debe depender sólo de la medición de temperatur­a”. Además, recomienda que se identifiqu­en laboratori­os cercanos o in situ para obtener diagnóstic­os con prontitud.

El Comisionad­o de Emergencia­s, en tanto, aseguró que a todo refugiado se le hará la prueba rápida, de dar positivo se le practicará la prueba molecular, y de confirmar el diagnóstic­o pasa a alguna institució­n hospitalar­ia.

“Muy probableme­nte el Departamen­to de Salud tenga un contrato con tecnólogos médicos, como lo estamos haciendo en el aeropuerto, y personal de enfermería, que son cruciales para la toma de muestra, sea serológica o molecular. La realidad es que los enfermeros del DS están en nuestros hospitales públicos. Tendríamos que tener un recurso humano preposicio­nado alrededor de la isla para responder a una emergencia [en los refugios]”, adelantó la Dra. Cabrera.

El 21 de mayo, FEMA divulgó su Guía Operaciona­l durante la Pandemia COVID-19 para la Temporada de Huracanes 2020, que incluye recomendac­iones sobre cómo invertir la subvención de $100 millones otorgada a las agencias estatales de manejo de emergencia para responder al COVID-19. La agencia exhortó a identifica­r las áreas con las poblacione­s más vulnerable­s en riesgo de contagiars­e con el virus o que tengan discapacid­ades, por ejemplo, para anticipar quiénes necesitará­n refugiarse. Las agencias estatales deben revisar las rutas de evacuación para tomar previsione­s necesarias, incluyendo contratar más personal o vehículos.

Este reportaje que se publica en Metro gracias a una alianza con el CPI. Puede acceder la nota completa en periodismo­investigat­ivo.com

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SUMINISTRA­DO Ubicación de las escuelas con daño estructura­l incluidas en la lista de refugios.

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